El refuerzo de la vigilancia volcánica del IGN permite conocer “con más precisión la naturaleza activa de La Palma”

Miembros del IGN  con José Heriberto Lorenzo (técnico del Parque Nacional de La Caldera), en la estación sísmica situada en los altos de El Paso. Foto: IGN.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

El 2017 ha sido “un año muy interesante para el estudio y caracterización de la actividad sismovolcánica de La Palma”, ha asegurado a este digital Carmen López, directora del Observatorio Geofísico Central del Instituto Geográfico Nacional (IGN). En octubre del pasado ejercicio, en la dorsal sur de Cumbre Vieja, una de las zonas más activas de Canarias desde el punto de vista volcanológico, se  sucedió una serie de pequeños terremotos de baja magnitud. Era la primera vez que La Palma registraba un enjambre sísmico desde que cuenta con instrumentación para medir estos fenómenos, a finales de la década de los 70, aproximadamente. 

Carmen López ha destacado que “gracias al reforzamiento de la red de vigilancia volcánica del Instituto Geográfico Nacional hemos podido perfilar con más precisión la actividad asociada a la naturaleza de la Isla, y se han localizado series de sismos muy pequeñitos en el entorno de Cumbre Vieja”. 

Los enjambres sísmicos de 2017 “han sido localizados sin que haya habido deformación asociada”, precisó Carmen López, e insistió en que “ha sido un año muy interesante en lo que se refiere al conocimiento de la naturaleza activa de La Palma”. 

Recordó que “La Palma es una isla volcánica activa y esa actividad, aunque no haya un proceso eruptivo en marcha, a veces se manifiesta con pequeñas deformaciones y enjambres sísmicos, y el pasado año hemos podido localizar y caracterizar esta actividad”. Además, añadió, “se ha reforzado la Red de Vigilancia Volcánica y ahora mismo es una red muy robusta y de muy alta sensibilidad”. 

De momento, dijo, “La Palma está totalmente tranquila, con algún pequeño sismo de muy baja magnitud, y digamos que se encuentra  en el nivel base, sin actividad sísmica anómala y sin deformaciones”.

El IGN, apuntó, “hace vigilancia las 24 horas y todos los día del año, independientemente de la actividad que se registra porque las estaciones sísmicas funcionan permanentemente, y realizan una labor de análisis continua, cada día se miden las deformaciones, y en cada momento, porque son estaciones que transmiten sus datos en tiempo real, en cada momento se vigila si hay o no pequeños terremotos”, ha remarcado. 

En la actualidad, la Red de Vigilancia Volcánica que el IGN tiene desplegada en La Palma cuenta con 13 estaciones localizadas en enclaves de Fuencaliente, Mazo, El Paso, Puntallana, Tijarafe, Tazacorte, Puntagorda, Garafía y Los Llanos, así como en el interior del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y en el Parque Natural de Cumbre Vieja. 

“Independientemente de la actividad, la vigilancia es continua, y la red en La Palma es ahora mismo suficientemente densa para la caracterización de la sismicidad aunque sea de muy baja magnitud y por ahora no vamos a añadir nuevas estaciones sísmicas, con las existentes se tiene completamente caracterizada la actividad”, afirmó López.

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