Caminando Fronteras pide a la Fiscalía una investigación penal sobre el naufragio en la costa de Gran Canaria en el que murieron 36 migrantes

Patera llegada a Canarias, en una imagen de archivo

EFE

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Caminando Fronteras ha pedido a la Fiscalía que abra una investigación por delito de omisión del deber de socorro por las circunstancias en las que murieron 36 personas al sur de Gran Canaria tras más de diez horas esperando a que llegara una patrullera marroquí, cuando habían tenido un barco de Salvamento Marítimo a solo una hora de distancia de su neumática.

Este colectivo de ayuda a los migrantes ha presentado su denuncia ante la Fiscalía General del Estado, aunque el caso ya ha sido derivado a la Fiscalía Provincial de Las Palmas, la más cercana a los hechos, para que realice las primeras indagaciones, ha confirmado a EFE la fiscal superior de Canarias, María Farnés Martínez.

Esta es la segunda investigación que se abre sobre ese caso, tras la que anunció al día siguiente de conocerse la tragedia el Defensor del Pueblo, que ha pedido explicaciones tanto a Salvamento como al Centro Regional de Coordinación de Canarias, el órgano a cargo de la Guardia Civil que coordina la búsqueda de pateras en el Atlántico.

La portavoz de Caminando Fronteras, Helena Maleno, ha detallado a EFE que también han puesto el caso en conocimiento de dos agencias de Naciones Unidas: ACNUR, porque tienen informes de que a bordo de la neumática viajaban varias personas susceptibles de pedir refugio o protección internacional, y Unicef, porque en el naufragio perecieron tres niños. El cadáver de uno de ellos fue recuperado por un helicóptero de Salvamento y trasladado a Las Palmas de Gran Canaria.

En su informe semestral sobre las muertes en las pateras con rumbo a España, publicado este jueves, este colectivo ya califica de “omisión del deber de socorro” lo ocurrido con esa neumática, que fue localizada el 20 de junio sobre las 20.00 horas (hora de las islas) por un avión de Salvamento a 162 kilómetros al sur de Gran Canaria.

En ese momento, la Guardamar Calíope socorría a otra lancha neumática con inmigrantes a unos 46 kilómetros de donde ellos se encontraban (aproximadamente a una hora de navegación a velocidad de rescate, 25 nudos), pero Salvamento Marítimo le dio instrucciones para que regresara al puerto de Arguineguín, porque de esa asistencia se iba a encargar una patrullera marroquí.

Sin embargo, esta no llegó hasta pasadas las 6.00 de la mañana del día siguiente, cuando los ocupantes de la neumática estaban ya en el agua. Sobrevivieron 24 personas, que fueron trasladadas al Sahara por la patrullera Al Mansour, y solo se recuperaron dos cadáveres.

Salvamento Marítimo ha defendido su actuación en ese rescate con tres argumentos: sucedió en aguas bajo responsabilidad de rescate compartida entre España y Marruecos, pero más cercanas al Sahara; la Calíope debía regresar a tierra para que las personas que llevaba a bordo recibieron asistencia; y su personal nunca supo que los ocupantes de la neumática que a la postre naufragó corrieran peligro.

La posibilidad de que las indagaciones iniciales que va a emprender la Fiscalía se transformen en una investigación formal depende, en primer lugar, de que esta se considere competente para examinar el asunto, una decisión en la que pesarán varios factores, entre ellos si se estima o no que el naufragio ocurrió en aguas “españolas”, han apuntado EFE fuentes judiciales.

Para la Organización Marítima Internacional (OMI), el lugar donde se hundió esa patera está dentro de la zona de responsabilidad de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) que comparten España y Marruecos desde, al menos, 2012.

Sin embargo, las fronteras marítimas entre España y Marruecos en la zona de Canarias no están definidas en ningún acuerdo internacional y, menos aún, frente a las costas del Sahara, que la ONU considera territorio pendiente de descolonizar (lo mismo ha fallado el Tribunal de Justicia de la UE, al examinar los acuerdos de pesca de Bruselas con Marruecos respecto al caladero saharaui).

En cambio, para Marruecos no hay dudas: las aguas del Sahara le pertenecen. De hecho, Rabat aprobó en 2020 de forma unilateral dos leyes que delimitaban sus espacios marítimos en la zona de Canarias, incluyendo en ellos las aguas situadas frente al Sahara.

También se da la circunstancia de que uno de los fallecidos fue recogido por un servicio español, un helicóptero de Salvamento, y su cuerpo está ahora en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas.

Se trata de niño de cuatro años, al que una familia costamarfileña que estos momentos se encuentra en Marruecos ya ha identificado fotográficamente, ha precisado a EFE una fuente del instituto forense, que está pendiente de que se puedan hacer las pruebas de ADN para que el juez confirme la identidad y decida sobre el cuerpo.

Caminando Fronteras, que ha colaborado en la identificación, asegura que su madre es una mujer que iba a subirse en la misma neumática con el niño y con otro hijo, un bebé. Sin embargo, a ella y al bebé los separaron del pequeño en el momento mismo del embarque y los dejaron en tierra, pendientes de otra patera.

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