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El sindicato policial Jupol se querella por incumplimiento del protocolo COVID y falta de personal en el CIE de Hoya Fría, en Tenerife

CIE de Hoya Fría, en Tenerife

Europa Press

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El Sindicato de Policía Nacional Jupol ha presentado una querella contra el comisario jefe de la Policía Nacional en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Ignacio Bádenas, por incumplimiento de los protocolos higiénicos-sanitarios y falta de personal en el CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Hoya Fría, en Tenerife, que acumula más de 30 casos positivos por COVID-19.

La querella, presentada ante el juzgado de instrucción el pasado 19 de marzo y recogida por Europa Press, considera que los hechos son constitutivos de un presunto delito contra la seguridad de los trabajadores.

Jupol pide también el cierre de las instalaciones de forma cautelar, que se dote a todo el personal de mascarillas de FPP2, el aislamiento en cuarentena de los internos que presenten síntomas compatibles con la COVID-19 y un chaleco de dotación para los funcionarios policiales.

Según el relato que aporta el sindicato en la querella, las actuales condiciones del centro --no se garantiza el aislamiento y la distancia de seguridad-- “están poniendo en grave riesgo no sólo la salud de los funcionarios que allí prestan servicio, sino que a su vez la de sus respectivas familias y por transmisión de la pandemia, la de toda la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y la de toda la isla, la cual se encuentra entre una de las peores zonas de España frente a focos activos de contagios y positivos de la misma COVID-19”.

Además, apuntan que se ha detraído personal que prestaba funciones de control de seguridad ciudadana en la isla para destinarlo al centro, internos con síntomas acceden al comedor y no se desinfecta tras su uso, y no hay suficiente personal, pues en algunas ocasiones hay cuatro agentes para medio centenar de internos, lo que acabó, en una ocasión, con una fuga de 12 personas.

Asimismo, critican la falta de mantenimiento de las instalaciones, caso de goteras, riesgos eléctricos o fallos del sistema de vídeo vigilancia, el sistema de alarma perimetral y el micrófono con el que los agentes se comunican con los internos.

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