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Bronca entre Gobierno y oposición en el Congreso por las escuchas de SITEL

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

La utilización del sistema de escuchas Sitel ha provocado este miércoles en el Congreso un duro enfrentamiento, que acabó a voces, entre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y dos diputados del PP, el vicesecretario popular Esteban González Pons y el secretario de comunicación y portavoz de Medio Ambiente en el Congreso, Carlos Floriano.

El incidente se produjo fuera el hemiciclo, en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara Baja, y tuvo su origen en la pregunta que Floriano había formulado a Rubalcaba durante la sesión de control al Gobierno. El diputado popular acusó al ministro de estar utilizando un “sistema ilegal”, en referencia al sistema Sitel, y afirmó que éste va “más allá de las escuchas” por lo que pidió un regulación del mismo por Ley Orgánica.

En respuesta, el ministro censuró a los 'populares' por asegurar de este modo que “la mayor parte de las investigaciones realizadas en los últimos años no son legales”. “Sacan este tema para dar pábulo a la monstruosidad que dijo De Cospedal en verano de que les espían. Han pasado cinco meses y no han ido a ningún juzgado porque es mentira”, añadió Rubalcaba, quien, sin embargo, no tuvo tiempo suficiente para concluir su respuesta después de que su turno de palabra fuese interrumpido durante varios segundos por la bronca procedente desde la bancada del PP.

Tras concluir su intervención en el Pleno, el ministro salió del hemiciclo y se dirigió a la zona de Gobierno. Pocos minutos después volvió a salir, caminó por el pasillo del Congreso y se paró hacia la mitad, donde se encontraban en ese momento los diputados del PP, González Pons y Floriano. Iniciaron la conversación en el pasillo, pero no tardaron en pasar al Salón de los Pasos Perdidos, colocándose en el rincón derecho de la entrada buscando confidencialidad.

Una vez allí, la conversación se prolongó y, desde fuera, se podían apreciar que estaba siendo tensa por los gestos y el movimiento de manos. El volumen de la voz no se elevó hasta casi el final de la misma, cuando tanto periodistas como algunos diputados que estaban por el pasillo de la Cámara pudieron oír voces aunque sin entender bien la mayor parte del contenido. “Esto no es una amenaza”, pudo escuchar alguna de las personas que se encontraba en ese momento en el pasillo.

Una frase que, según fuentes populares consultadas por Europa Press, sí dijo el ministro durante la acalorada conversación. Otra de las frases que dijeron haber oído otros testigos

fue la dicha por el ministro cuando afirmó que no iba a tolerar que le acusaran de cometer un delito --en referencia a la utilización del sistema Sitel--. Ante lo que el diputado del PP, Carlos Floriano, respondió que los populares tampoco iban a consentir que les amenazaran.

Varios de los presentes explican que fue en ese momento, con la conversación más elevada de tono, cuando el presidente del Congreso, José Bono, apareció por el citado Salón y se fue con Rucalcaba. Bono explicó después que había quedado previamente con el ministro para tomar un café.

Una vez concluido el episodio, las versiones que han dado los protagonistas del mismo son diferentes, mientras que los populares dicen que Rubalcaba les amenazó y les hizo saber que sabía lo que decían y veía lo que hacían, el ministro negó estos extremos y dijo que él se refería a que ve y oye lo que el PP dice en los medios de comunicación.

Según fuentes populares consultadas por Europa Press, la secuencia de los hechos es la siguiente: el ministro les dijo a los diputados del PP que el sistema Sitel no se iba a regular como ellos querían y les pidió que se callaran y dejaran de hablar de ese asunto.

Tras esta exigencia, los diputados le pidieron que él tampoco hiciera juicios malintencionados como el que acababa de hacer en el Pleno en relación con ETA --donde aseguró que ya sólo el PP y ETA hablaban del GAL--.

Siempre según esta versión, el ministro les dijo que él escuchaba todo lo que decían y veía todo lo que hacían. Ante lo que los populares le reprocharon que les estuviera amenazando. “Esto no es una amenaza”, replicó el ministro.

Sin embargo, según la versión de Rubalcaba, en un momento de la conversación, él les pidió a los populares que se callaran --en el sentido de que dejaran de acusarle de cometer un delito en relación con la utilización de Sitel-- o les llevaría al Supremo. Y fue en ese momento cuando le acusaron de estar amenazándoles.

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