Cascos daría su voto a Rajoy si de él dependiera que fuera presidente

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

El ex secretario general del Partido Popular (PP) y ex ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos ha dicho que si Mariano Rajoy dependiera de su voto para hacerse con la presidencia del Gobierno de España “lo tendría incondicionalmente” y en “cualquier circunstancia”.

“En relación con las elecciones generales, y pase lo que pase en las próximas autonómicas, si alguna vez un presidente del PP, en este caso Mariano Rajoy, dependiera para ser presidente del Gobierno de un voto y ese voto lo tuviera Álavarez-Casos, siempre tendría la seguridad de que, incondicionalmente, lo iba a recibir”, ha manifestado Cascos este lunes, en una entrevista concedida a la Cadena Cope recogida por Europa Press.

Sin embargo, ha aclarado que, como “le gusta decir lo que opina”, si algo no le gustara lo diría. “Si un presidente del PP dependiera para ser presidente del Gobierno de un voto de Francisco Álvarez-Cascos, en cualquier circunstancia, lo tendría incondicionalmente”, ha asegurado.

En relación a las circunstancias que se tendrían que dar para que se presentara a las elecciones autonómicas en Asturias, ha señalado que el calendario es el que es y “no se puede mover” pero ha añadido que en Asturias “se están produciendo unos cambios en los espacios políticos” que, a su juicio, “merecían una reflexión”. “Desde el análisis del PP, la realidad asturiana ha sido despreciada y la opinión de los asturianos ha sido menospreciada”, ha recalcado.

Sobre la encuesta publicada por El Mundo que reflejaba buenos resultados para Cascos en caso de que se presentara a las elecciones en Asturias, ha dicho que lo que demuestra es un escenario político marcado por “el descrédito del Partido Socialista después de 30 años de gobierno” y por “desintegración del PP”. Además, ha afirmado que “esa estimación de voto” que le favorece “no procede de votantes del PP exclusivamente” sino que de los 37 puntos, 10 “proceden de votantes que se proclaman vinculados al Partido Socialista”. “Eso refleja muy bien lo que está pasando en estos momentos en Asturias y que se conoce muy poco y desde muy lejos en el resto de España. El estado de opinión que refleja esta encuesta era conocido. Es una opinión que se puede palpar y percibir”, ha puntualizado.

“La suma de los votos que tendría el PP y los que recibiría Cascos son mucho más de los que recibiría el PP si yo no me presentara a la elecciones. Hoy, a estas horas y con los datos que tenemos, decir que Álvarez-Cascos perjudica al PP porque reduce sus expectativas no es objetivo”, ha opinado.

“NO VOY A LLORAR SOBRE LA LECHE DERRAMADA”

Preguntado sobre cómo es posible que se haya podido llegar a esta situación a cuatro meses de las elecciones, ha contestado que él no va a “llorar sobre la leche derramada” y que sí “pudo haberse resuelto de otra manera” pero que ya en octubre él “sabía que el asunto no tenía solución” porque “la dirección del PP de Asturias y la del PP a nivel nacional no solo no actuaron de oficio contra los insultos, como está establecido en los estatutos, sino que tampoco actuaron a instancias de parte”.

“A los que tienen formación de letras les vienen muy bien los principios de la física y uno de los más importantes son las Leyes de Newton. La tercera dice que toda acción sobre un cuerpo provoca una reacción de este igual y en sentido contrario. Ese es el estado en el que estamos. En todo caso, yo estoy mirando hacia delante y no hacia atrás”, ha subrayado.

Como respuesta a aquellos que le acusan de no aceptar decisiones que él tomó en su día como secretario general del PP, ha contestado que esa argumentación lo que pretende es “distraer la atención sobre el fondo del problema”. Para Cascos el fondo del problema “no es la candidatura” y “si se quita a Cascos del debate los problemas del PP de Asturias son los mismos”. Así, ha recordado que su propuesta no pasaba por el “capricho” de un candidato sino por la “necesidad imperiosa de reorganizar el partido en Asturias”.

Por otra parte, sobre si pactaría con el PP para gobernar o con cualquier otro partido antes, ha enfatizado que tomará las decisiones “pensando en esos intereses que han sido menospreciados y en las decisiones que se han venido tomando para atender las reivindicaciones que, incluso con firmas depositadas ante notario, se han dirigido a la dirección del PP”.

Finalmente, ha declarado que ya sabe que “no se llevan los principios” y que es “una cosa rancia” pero a él le “quedan algunos y el primero es el espíritu de convivencia, la necesidad de volver a la civilidad política”. “Es bueno revisar los comportamientos de la democracia interna de los partidos pero para eso es necesario entrar en el sistema electoral. Con un sistema constitucionalizado de representación proporcional el sistema de partidos está condicionado”, ha sentenciado.

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