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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Chaparrón para Rajoy

Si la semana termina para los madrileños con una intensa lluvia, el viernes ha traído a Rajoy un chaparrón extra: el de las críticas y peticiones de dimisión que unos trescientos simpatizantes le han dedicado a las puertas de Génova, al grito de “¡Mariano, devuélveme mi voto!”.

“Rajoy dimisión”, “nos está engañando más que Zapatero”, “Mariano, danos explicaciones”, coreaba la mayoría, entre otros gritos mucho más fieros de varios exaltados bajo una lluvia tan persistente como sus reproches contra el líder del PP, que al mismo tiempo dentro de la sede del partido aseguraba que no piensa “tirar la toalla”.

El hecho de que Rajoy estuviera en esos momentos inaugurando un acto en Génova ha provocado que los concentrados le exigieran “salir al balcón” o le tildaran de cobarde por no “dar la cara”.

Y es que el debate interno del partido ha llegado este viernes a la misma base, hasta el punto de que muchos ciudadanos de a pie han desafiado al mal tiempo para pedir explicaciones a su líder, a quien no han dudado en tachar de “traidor” o de otorgarle el título de “mayor sinvergüenza de España”.

“Éste no llega a junio, no sé si llegará a esta tarde...” reflexionaba uno en voz alta, al que otro, más radical, ha respondido: “Yo tengo tiempo y puedo estar aquí todo el día esperando a que salte por la ventana”.

Pero sin duda la gran protagonista de la concentración -aunque ausente- ha sido la dirigente del PP vasco María San Gil, cuya foto portaban muchos de los asistentes y a quien le pedían que tomara las riendas del partido.

“¡Que se vayan, se vayan, se vayan; que se vayan, se vayan de aquí; que se vayan y venga, y venga, que se vayan y venga San Gil!”, cantaban muchos, mientras otros llevaban carteles en los que se podía leer “Yo os votaba por María”, “María, quédate, que se vayan ellos” o “María, mi voto se va contigo”.

Enfundada en una bufanda con los colores de la bandera de España, una mujer confesaba a una amiga que “lo que ha hecho Rajoy con María es una injusticia”, a lo que su compañera apostillaba: “Con María y con todos. A mí nunca me gustó ése”.

Para muchos de estos manifestantes, Rajoy ha “traicionado” a sus votantes porque es un “progre” y “ahora apoya al Gobierno y se ha bajado los pantalones ante Zapatero y los nacionalistas”.

“Es un hipócrita y es un cínico”, terciaba en la conversación Marcelo, un militante de base del PP, que achacaba a Aznar el “error de poner a dedo a Rajoy” cuando había otros “buenos” candidatos como Rodrigo Rato o Jaime Mayor Oreja.

Otros, en cambio, pedían al ex presidente del Gobierno que volviera a “poner orden” dentro del partido.

En lo que sí coincidían todos era en descalificar e insultar a Alberto Ruiz Gallardón.

Sólo una mujer ha tratado de defender al regidor madrileño, y se ha llevado varios descalificativos, entre ellos gritos de “¡socialista, socialista!”. “No me ofenda, no soy del PSOE, pero soy una ciudadana libre”, se defendía ella.

Más moderados se han mostrado Leo, quien no exigía la dimisión de Rajoy, sino un Congreso “abierto, al que se puedan presentar todos”, mientras que un gallego defendía con la boca pequeña a su líder asegurando que es “un paisano honesto”.

Para muchos, Rajoy y Gallardón “se están cargando el partido” y están constantemente “atacando a Esperanza (Aguirre), que es la que vale”.

“Rajoy, vete ya con tus chikilicuatres”, coreaban otros, que no ven con buenos ojos a los colaboradores de los que se ha rodeado su presidente, como Soraya Saénz de Santamaría, a la que han instado a que “aprenda a hablar” porque el pasado miércoles en el Congreso “le pegó un baño la vice-vogue”.

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