Don Felipe aboga por un frente común contra el paro y la crisis

Oviedo rindió este viernes un sentido homenaje a todos los galardonados con los Premios Príncipe de Asturias 2009. El Teatro Campoamor fue el escenario en el que el optimismo y la reflexión sobre la actual situación del mundo fueron los protagonistas. La ceremonia, que estuvo presidida por los Príncipes de Asturias, duró casi dos horas. El Príncipe, durante su intervención, abogó por llevar a cabo una “reflexión sincera y profunda” y un trabajo común que asiente las bases para “crecer y generar empleo”.

Los ovetenses esperaron desde primera hora de la tarde a la salida del teatro para dar la recibida a los Príncipes y a los galardonados, que entraron al ritmo de la música interpretada por la banda de gaiteros Ciudad de Oviedo. Los premiados desfilaron por la tradicional alfombra azul, que concentró todas las miradas. La pertiguista Yelena Ysimbayeva, que lucía un traje que dejaba al descubierto su espalda, fue una de las premiadas que llamó más la atención. La Princesa Doña Letizia y la Reina coincidieron en elegir el color negro de sus vestidos. Una vez en el teatro y situados sobre el escenario y los pasillo laterales, los gaiteros interpretaron el Himno de España, que dio comienzo a la celebración de la entrega de premios.

Ismail Kadaré, premio de Letras; José Narro, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), premio de Comunicación y Humanidades; Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), premio de Cooperación Internacional, y Klaus Wowereit, alcalde de Berlín, premio de la Concordia, fueron los galardonados encargados de pronunciar los discursos en la ceremonia de entrega de los Príncipe de Asturias. En el acto también intervino el presidente de la Fundación, Matías Rodríguez Inciarte.

El Gobierno estuvo representado por tres de sus ministros: Ángel Gabilondo (Educación), Trinidad Jiménez (Sanidad y Política Social) y Ángeles González-Sinde (Cultura).

“Compleja realidad de nuestro tiempo”

El presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte, abrió el turno de discursos en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe, que constituye “una amplia ventana al mundo”. Según Rodríguez Inciarte, los ángulos “originales” que aportan los premiados pretenden reflejar “la compleja realidad de nuestro tiempo”. El presidente de la Fundación mostró su confianza en el futuro y en el poder de la imaginación, el esfuerzo y el espíritu solidario como instrumentos para superar las dificultades.

Una gran motivación para reafirmar su compromiso con la educación y las causas de la sociedad. Esto es lo que ha supuesto, según palabras del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009. Su discurso se centró en la importancia de los valores, del humanismo y de la educación como bien público y social. Así, expresó que “duele que en el mundo de hoy, con sus grandes desarrollos, vivan cerca de 900 millones de personas que no saben ni siquiera leer y escribir”. “La educación es vía de la superación humana, de la individual y de la colectiva”

Por su parte, el escritor albanés Ismail Kadaré, reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2009, señaló durante su discurso el ejemplo de la popularidad de 'El Quijote' de Miguel de Cervantes en el régimen comunista albanés como muestra de independencia de la literatura y el arte frente al mundo real, con el que se encuentra el permanente conflicto, según el literato.

La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, apuntó la necesidad de “mayor justicia” a la hora de compartir los beneficios de los avances médicos. Durante su intervención, la representante de la organización galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional afirmó que al honrar la labor de la OMS, la Fundación Príncipe de Asturias también honra esa necesidad de una “mayor justicia”.

Trabajo común para superar las dificultades

El Príncipe de Asturias, Don Felipe, clausuró la ceremonia tras su intervención, que invitó a la población española a reflexionar sobre la situación por la que está atravesando el país, al tiempo que apostó por un trabajo “codo con codo” que permita asentar nuevas bases “para crecer y generar empleo”.

“Llevemos a cabo una reflexión colectiva, sincera y profunda, sobre nuestros desafíos y prioridades, nuestras fortalezas y nuestras debilidades”, apuntó el Príncipe. Don Felipe confió “en la capacidad” de los españoles para construir un futuro más sólido y equitativo“ e instó a mirar al futuro ”sin miedo“.

El Heredero de la Corona se refirió a los “cambios tan vertiginosos y profundos que vive la Humanidad” y señaló que “ya no es posible un orden económico internacional estable y próspero sin valores que lo inspiren y en los que se fundamente y sin una decidida cooperación entre los Estados”. Por ello, apostó por un trabajo en común que permita superar fenómenos como el paro, “que hiere nuestra dignidad como seres humanos”

Don Felipe clausuraba así la ceremonia de los XXIX Premios Príncipe de Asturias, que convirtieron a la ciudad de Oviedo, como cada año, en la capital mundial de la cultura. El sábado, los Príncipes se trasladarán a Sobrescobio para entregar el Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar.

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