Imaz apunta la deslegitimación de ETA y Batasuna como su prioridad política

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, consideró este domingo que la prioridad política de su partido debe consistir en abanderar la deslegitimación de ETA y Batasuna y en dejar constancia de que los fines del PNV son diferentes a los que persiguen los radicales.

Josu Jon Imaz participó este domingo en un acto organizado por su partido con motivo del Gudari Eguna (Día del Soldado), en el que se rindió homenaje a los nacionalistas vascos que combatieron en la Guerra Civil.

El líder nacionalista recordó que al igual que en la citada contienda, hoy también existe violencia en Euskadi y emplazó a que al igual que ocurrió hace 70 años, los partidos antepongan la libertad a los proyectos propios y defiendan “la unidad democrática como bien común frente a la intolerancia y el fascismo”.

Imaz tuvo palabras de aliento para las personas que en las últimas semanas han sufrido el acoso de los terroristas y de los violentos y recordó de manera especial al escolta que sobrevivió al coche bomba de Bilbao, así como a la hija del alcalde de Andoain y al presidente de la gestora de Ondarroa, cuyos coches fueron quemados por los radicales.

Señaló que estos ataques son una “tragedia insoportable” y que son “el germen de una muy profunda intolerancia, sencillamente fascista, con características cada día más evidentes de mafiosa”.

Por ello, exhortó al PNV a liderar la deslegitimación de la violencia. “Hoy tenemos también una tarea histórica desde el nacionalismo vasco. Ser abanderados en la deslegitimación de ETA, de Batasuna y su mundo de intolerancia. Y subrayar con fuerza que sus fines no son los nuestros. Decir al mundo que eso que ellos llaman su patria no es la nuestra”, puntualizó.

Ante más de un centenar de antiguos gudaris, Imaz recordó que dentro de cinco semanas abandonará la dirección del PNV, momento que afronta “tranquilo” y “orgulloso”, según dijo, de haber contribuido a la recuperación de la Memoria Histórica.

Precisamente, dedicó buena parte de su discurso a recordar a los dieciséis sacerdotes y religiosos vascos asesinados durante la Guerra Civil y que este domingo no han sido beatificados en Roma.

Imaz consideró que el reconocimiento que la Iglesia ha ofrecido este domingo a los 498 mártires españoles asesinados en 1934 y 1936-39 (durante la Segunda República y la Guerra Civil) es merecido y mostró su “respeto y cercanía, como persona y cristiano, al dolor y a la memoria” de estas personas.

No obstante, precisó que en su corazón y su memoria están presentes los 16 religiosos vascos asesinados por los franquistas que “fueron mártires por defender sus convicciones de amor a sus semejantes y a la libertad, y que nunca han tenido un homenaje, ni el reconocimiento de su martirio por parte de la Iglesia”.

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