Mikel Otegi alega que no pertenecía a ETA cuando cometió el asesinato de los dos ertzainas

MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El etarra Mikel Otegi alegó este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que no pertenecía a la organización terrorista ETA cuando el 10 de diciembre de 1995 asesinó a los ertzainas Iñaki Mendiluze y José Luis González en Itsasondo (Guipúzcoa), informaron fuentes jurídicas.

Otegi, que compareció durante unos 20 minutos ante Garzón, declaró en castellano y se remitió a la declaración que realizó durante el juicio que la Audiencia Provincial de Guipúzcoa celebró en 1997, en el que su defensa alegó que cometió los asesinatos en un estado de enajenación mental.

La fiscal Blanca Rodríguez defendió, por su parte, que los hechos investigados constituyen dos asesinatos de carácter terrorista en concurso ideal con un delito de atentado porque el acusado pertenecía al entorno de la banda y, de hecho, se integró en su estructura poco después.

ABSUELTO POR UN JURADO POPULAR

El procedimiento iniciado por Garzón, que comunicó al etarra su procesamiento y ratificó su ingreso en prisión, da cumplimiento a las sentencias dictadas por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) y el Constitucional, que ordenaron repetir el juicio celebrado por la Audiencia Provincial, en el que un jurado popular absolvió al procesado.

El procesado fue entregado ayer por las autoridades francesas. La Audiencia Nacional es competente en esta causa después de que en junio de 2005 la Audiencia Provincial de Guipúzcoa decidiera inhibirse en su favor por ser la competente para perseguir los delitos “cometidos por personas integradas en bandas armadas o relacionadas con elementos terroristas o rebeldes”.

Mikel Otegi, que ha sido condenado en Francia por asociación de malhechores, fue detenido el 22 de febrero de 2003 en la localidad de Irulegi, en el País Vasco francés. En el momento de su arresto viajaba acompañado por la presunta etarra Aloña Muñoa en un automóvil, al parecer robado, y portaba armas. Los dos figuraban en la lista de terroristas más buscados de la Unión Europea.

ASESINATO EN 1995

Según la Fiscalía, Otegi asesinó el 10 de diciembre de 1995 a los dos ertzainas disparándoles por la espalda con una escopeta cuando se encontraba cerca de su casa en Itsasondo (Guipúzcoa). Simpatizante de la izquierda 'abertzale', con esta acción pretendía evitar que le detuvieran, ya que ese mismo día había mantenido un altercado con otro ertzaina en un bar de su localidad.

En realidad, la pareja de policías vascos compuesta por Iñaki Mendiluze, de 26 años, y José Luis González, de 34, no estaba cerca de la casa del etarra porque fueran en su busca, sino porque estaban realizando una patrulla rutinaria.

Otegi, que había participado ya en anteriores enfrentamientos de las juventudes radicales con la Ertzaintza, fue detenido poco después de realizar los disparos en su propia casa y gracias a la llamada de denuncia realizada por su propio hermano. Sin embargo, y al no considerarse un crimen terrorista, fue procesado en el País Vasco y no se puso a disposición de la Audiencia Nacional.

“NO CULPABLE”

En el juicio, que se celebró en marzo de 1997, fue absuelto de los delitos de asesinato y atentado por un jurado popular, que entendió que mató a los dos ertzainas no era dueño de sus actos. La lectura de la decisión del jurado se celebró a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Guipúzcoa. Una funcionaria judicial señaló a los medios de comunicación que la decisión del jurado fue que el acusado era “no culpable de los delitos de asesinato en concurso con atentado al no ser en absoluto dueño de sus actos cuando ocurrieron los hechos”.

De este modo, el jurado asumió la tesis de la defensa del procesado, mientras que el fiscal solicitó para el mismo 56 años de cárcel y la acusación particular, en nombre de las familias de las víctimas, 59 años. Otegi abandonó la cárcel donostiarra de Martutene donde había permanecido en prisión preventiva durante casi 15 meses. Días más tarde, solicitó la concesión del pasaporte, necesario para viajar fuera de la Unión Europea.

Sin embargo, posteriormente el Constitucional anuló la sentencia por “carecer de motivación el veredicto absolutorio” y ordenó la celebración de un nuevo juicio con otro jurado popular. Ese segundo juicio no se pudo celebrar porque, tras quedarse en libertad, Otegi desapareció, quedando en paradero desconocido.

En principio, se barajó la posibilidad de que podría encontrarse escondido en Cuba, país con el que España no mantiene acuerdos de extradición de los etarras allí localizados. En el momento de su detención en Francia, la Policía le situaba en el aparato logístico de ETA, aunque no en primer línea sino en los 'taldes' de reserva dado que se consideraba “quemado” por la trascendencia que tuvo su huida.

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