Un acusado dice que no comprobó información sobre Ignacio Uria

MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

Uno de los acusados de integrar el conocido como 'comado Urruti' Julen Etxaniz, ha negado en el juicio en su contra celebrado en la Audiencia Nacional haber intentado comprobar informaciones remitidas por ETA sobre el empresario asesinado en diciembre de 2008, Ignacio Uría, ya que la vivienda y la empresa de la víctima de ETA le quedaban “muy lejos”.

Etxaniz se enfrenta junto al informático Arkaitz Landaberea a una petición fiscal de 10 años de prisión por integración en la banda terrorista. El Ministerio Fiscal le acusa de formar un 'talde' dedicado a recabar información sobre potenciales objetivos de atentados --fundamentalmente miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado-- y sobre personas físicas y jurídicas a las que exigir el pago del 'impuesto revolucionario'.

Según la Fiscalía, los acusados llevaron a cabo desde 2006 hasta 2008 grabaciones de varias comisarías de la Ertzaintza, comprobaciones sobre dos miembros de la Guardia Civil del cuartel de Intxaurrondo y seguimientos a dos agentes de la Policía Autónoma de Pasajes. También recabaron datos sobre la situación económica de varias empresas y sobre sus trabajadores.

El Ministerio Público destaca que los acusados mantuvieron durante este tiempo reuniones con miembros de la organización terrorista ETA en cinco localidades francesas “con la finalidad de entregar información y recibir instrucciones sobre las directrices que debían seguir”.

Etxaniz ha reconocido que miembros de la banda le propusieron comprobar informaciones de objetivos aunque ha precisado --en respuesta a preguntas de su abogado Iñigo Iruín-- que únicamente remitió datos “en sentido negativo”, es decir descartando seguimientos erroneos que ya poseía la organización terrorista.

El acusado ha precisado que entregaba la información a través de un buzón en el que depositaba pen drives y ha negado que mantuviera reuniones en Francia con miembros de la banda. También ha admitido que recabó mapas sobre la ubicación de distintas comisarías pero ha precisado que no llegó a enviarlas.

Por su parte, el informático Landaberea ha negado cualquier relación con los hechos y ha asegurado que si se le incautó en su vivienda tras su detención un ordenador y un pen drive propiedad de Etxaniz fue porque le estaba reparando el portatil, que necesitaba ser formateado.

Además, ha justificado el hallazgo en su casa de un manual sobre encriptación de archivos con el nombre 'Blinda tu PC' con el argumento de que se trataba de un trabajo universitario para la clase de seguridad informática que amplió posteriormente para colgarlo en una página web de acceso libre.

Ambos acusados se negaron a responder a las preguntas del fiscal y sólo contestaron a su abogado. Los dos alegaron torturas para justificar las declaraciones inculpatorias que realizaron ante la Policía.

Estos malos tratos, que están siendo investigados judicialmente en el caso de Landaberea, han sido apoyados durante la vista oral por la declaración de la abogada de oficio que le fue designada, que ha detallado que su estado físico y su declaración le hicieron abrigar sospechas sobre el desarrollo del interrogatorio.

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