Un falso aviso de bomba obliga al cierre del aeropuerto de Ibiza

El falso aviso de la existencia de un explosivo en el aeropuerto de Ibiza, en el primer día de las vacaciones de julio, obligó este sábado a cerrar unas tres horas y media la terminal, evacuar a unas cuatro mil personas y desviar o cancelar 49 vuelos, lo que afectó a más de trece mil pasajeros.

La Delegación del Gobierno en Baleares informó de que sobre las 12:15 horas, la Guardia Civil de Guipúzcoa tuvo conocimiento de sendas llamadas anónimas al diario Gara y a la DYA que avisaban de la existencia de un explosivo en las inmediaciones del aeropuerto, que estallaría 45 minutos después.

Simultáneamente, otro comunicante anónimo llamó al Diario de Mallorca, en Palma para dar el mismo aviso.

El aviso obligó a cerrar el aeropuerto a las 12:30 horas, a evacuar a los pasajeros que se encontraban en la terminal, cortar los accesos a las instalaciones por carretera e instalar un mando avanzado médico para atender posibles urgencias.

Los pasajeros formaron una larga cola a ambos lados de la carretera del aeropuerto, que llegó a ocupar varios kilómetros de longitud, y a los que cincuenta voluntarios de Protección Civil suministraron agua para mitigar el fuerte calor reinante.

Los servicios sanitarios atendieron una veintena de personas con problemas leves, en su mayoría causados por el calor, y crisis de ansiedad.

Cincuenta miembros de la Guardia Civil y veinte de la Policía Nacional, ayudados por dos perros especializados en la detección de explosivos, inspeccionaron las instalaciones, en las que localizaron dos paquetes que infundieron sospechas.

El primero de ellos se encontró en una papelera situada en el aparcamiento y que, tras ser manipulada por un robot sobre las 14:15 horas, se comprobó que se trataba de una caja de zapatos vacía.

El robot, según fuentes de la investigación, emplea un dispositivo que provoca una detonación similar a un disparo, sonido que fue confundido con una explosión por los periodistas en el exterior del aeropuerto.

Posteriormente se localizó una mochila, también en la zona de aparcamiento que, por prevención, fue explosionada sobre las 15:20 horas, lo que permitió comprobar que sólo contenía efectos personales, según la Delegación del Gobierno.

Tras comprobar que en las instalaciones no había ningún explosivo se permitió el regreso de los trabajadores y personal de seguridad al aeropuerto, que fue abierto al tráfico aéreo a las 15:05 horas. La terminal fue reabierta a las 16:05 horas.

Varios pasajeros afectados por la situación explicaron a EFE que agentes de la Policía y personal de Aena les apremiaron pasadas las doce del mediodía a evacuar rápidamente las instalaciones aeroportuarias, que quedaron vacías “en segundos”, según el testimonio de una turista.

“No nos han dicho nada”, únicamente “que nos vayamos”, relataron varios turistas con perplejidad, mientras se alejaban del aeropuerto con sus maletas.

El aeropuerto de Ibiza tenía previsto para este sábado 307 operaciones, con un movimiento de viajeros de 40.400 pasajeros, coincidiendo con el primer fin de semana de julio, según fuentes de Aena.

Estas fuentes indicaron que los aviones que debían llegar a Ibiza mientras duró el cierre de las instalaciones fueron desviados a Palma, Barcelona, Mahón, Marsella y Valencia.

Estas mismas fuentes indicaron que el cierre del aeropuerto afectará durante el resto de la jornada a salidas programas con vuelos, entre otros destinos, a ciudades italianas, españolas, francesas y alemanas.

El delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, informó de los hechos ocurridos mientras duró el cierre del aeropuerto al presidente en funciones de Baleares, Jaume Matas.

Matas, una vez reabierto el aeropuerto, emitió un comunicado en el que lamentó casos como el del aeropuerto de Ibiza, que “alteran la normalidad y cotidianeidad de residentes y visitantes”.

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