Ruz continuará en el juzgado del caso Bárcenas
El Consejo General del Poder Judicial ha decidido mantener al juez Carlos Ruz en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional en calidad de juez de apoyo a partir de septiembre cuando se reincorpore el magistrado que es el titular de la plaza, Miguel Carmona. La Comisión Permanente del Consejo ha tomado esa decisión el miércoles por tres votos a favor y dos en contra, siguiendo la recomendación hecha por la Audiencia Nacional.
Los tres votos proceden de los vocales progresistas Margarita Robles y Antonio Dorado y del conservador Manuel Almenar. Los votos en contra han sido de Almudena Lastra y del presidente del CGPJ, Gonzalo Moliner, que preferían que la plaza de juez de apoyo saliera a concurso, y no se asignara directamente a Ruz.
Esta decisión supone que Ruz se quedará seis meses más en el juzgado, pero no contempla de forma directa qué causas instruirá. El acuerdo prevé que una vez que Carmona tome posesión de la plaza de la que es titular se repartan el trabajo según fija la ley.
De acuerdo con la legislación, el juez titular continúa la instrucción de los casos que ya están en trámite (por ejemplo, Gürtel y Bárcenas) y el juez de refuerzo asume los nuevos casos que entren en el juzgado. No obstante, la portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, ha explicado que no se puede “anticipar” la decisión que tomen los magistrados a la hora de repartirse el trabajo, pero ha reiterado que se realizará de acuerdo con el “marco legal”.
El aviso de Carmona
La situación de Ruz, instructor de los casos Gürtel y Bárcenas, suscitó dudas en el mundo jurídico después de que el magistrado Miguel Carmona alertara el 17 de julio sobre el riesgo de nulidad en esas investigaciones si Ruz era nombrado por vía de urgencia, como así se ha hecho. Carmona es vocal del CGPJ y regresará a su plaza en unos meses cuando abandone el Consejo. Cree que el nombramiento directo de Ruz sería una vulneración de lo que marca para estos casos la Ley Orgánica del Poder Judicial.
En una rueda de prensa en Sevilla, señaló que la sociedad española no aceptaría que, por actuar con “ligereza”, todo el caso Bárcenas “pudiera acabar en nulidad”. “Entonces sí que tendríamos que salir todos corriendo y escondernos debajo de mil metros de tierra”, añadió.