La Asociación Kanaria por la Infancia ha atendido a más de 400 menores extranjeros en riesgo de exclusión

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 27 (EUROPA PRESS)

La Asociación Kanaria por la Infancia (AKI) ha atendido durante los últimos cinco años a un total de 411 menores inmigrantes en sus diversos programas relacionados con la emancipación juvenil y la inserción laboral.

Del total de inmigrantes atendidos, se han emancipado 71, lo que supone una cifra cercana al 20 por ciento. Sin embargo, este porcentaje es en realidad superior, dado que no se contabilizan aquellas personas que se integran poco tiempo después de finalizar su programa. De hecho, algunos de los programas, como '¿Subimos juntos la escalera?', ha conseguido en su edición de 2010 un éxito cercano al 50 por ciento, con 28 inmigrantes insertados del total de 59 atendidos.

Estos programas de inserción no sólo consiguen ayudar a que los menores salgan de situaciones de marginación o desamparo, sino que los integran laboralmente, siendo las áreas de la hostelería y la agricultura las que aglutinan el mayor porcentaje de insertados.

El reto, en este campo, es lograr que los empresas se comprometan a garantizar un precontrato de un año a los inmigrantes, tal y como se exige en la legislación vigente. Sin embargo, de la experiencia recogida por AKI, la valoración de los que contratan a estas personas es muy positiva, destacando su disponibilidad absoluta, su eficiencia y cumplimiento de obligaciones.

Esta asociación ha advertido de que la disminución de las subvenciones en los programas de atención a los menores inmigrantes supondría dejarlos sin el único apoyo que tienen y colocarlos en una situación de marginación que llevaría a muchos de ellos a la calle. La ausencia de redes familiares y sociales los convierte en un colectivo muy vulnerable de confirmarse los recortes presupuestarios a unas subvenciones que en la actualidad ya son insuficientes.

El éxito de los programas desarrollados por la asociación, y que tienen una positiva valoración por parte de la Dirección General de Juventud regional, es el mejor ejemplo de la rentabilidad social y económica que supone invertir en los menores inmigrantes, según destacó la coordinadora del área de inserción sociolaboral y emancipación de la Asociación Kanaria de Infancia (AKI), Estefanía Alonso

PISTO TUTELADO MAGEC

Antes de llegar a esta situación, AKI ha impartido a estos menores una serie de cursos donde, además del contenido formativo, se les ofrece una atención integral que abarca también la ayuda con los problemas burocráticos y con el idioma. Este apoyo integral es especialmente relevante en el piso de acogida que la asociación tiene y que se presenta como “un colchón” para garantizar que los que salen de los centros de acogida tengan un lugar donde ir.

En la actualidad, en el piso tutelado Magec que gestiona el área residencial de AKI, conviven inmigrantes y no inmigrantes mayores de 18 y menores de 25, en lo que supone una proyecto concebido para ayudar a que los jóvenes desarrollen su proyecto de autonomía. Así, se les ofrece una alternativa de carácter socioeducativa, al margen de herramientas de autonomía social, económica y social.

La convivencia entre jóvenes locales e inmigrantes supone un valor añadido en la formación que se ofrece y una exitosa experiencia, ya que conlleva un enriquecimiento personal y un intercambio de valores de gran utilidad, teniendo en cuenta los diversos países de los que proceden los inmigrantes, tales como Marruecos, Guinea Conakry, Senegal o Mali.

El piso tutelado Magec, subvencionado por la dirección general de juventud y operativo desde hace seis años, acoge regularmente a 4 ó 5 jóvenes cada año, logrando que, en el caso particular de los inmigrantes, la mayoría logre regularizar su situación, sean contratados, participen en cursos de formación profesional o realicen prácticas laborales.

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