Ben Magec exige al Gobierno que proteja Tindaya
Ben Magec-Ecologistas en Acción exige al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Fuerteventura que se “esfuercen” en proteger la Montaña de Tindaya con los valores naturales y culturales que ya posee (arqueológicos, geológicos, etnográficos, antropológicos, biológicos y botánicos) elaborando un plan de protección y actuación, orientados como lugar de interpretación.
La organización reclama en un comunicado a estas instituciones que “abandonen los planes de destrucción y expolio de la Montaña de Tindaya y la política de despilfarro que pretenden continuar”.
Ben Magec critica el “bochornoso espectáculo” ofrecido por las autoridades políticas del Archipiélago “trasladándose a San Sebastián a costa del erario público para firmar con la Fundación Chillida el tremendo pelotazo denominado Proyecto Monumental Montaña Tindaya, para anunciar que este disparate salpicado de corrupción pronto será una realidad”.
El Colectivo Guanil de Fuerteventura, perteneciente a Ben Magec Ecologistas en Acción, y desde la propia Federación Ben Magec, manifiesta, así, su “frontal” oposición a dicho proyecto por muchos motivos.
Entre otros destaca que a nivel judicial y burocrático está pendiente de esclarecerse “la desaparición de 30 millones de euros de las arcas públicas de la Comunidad Canaria, de la cual ninguno de los imputados en este proceso ha respondido aún”. Por otro lado Ben Magec ha presentado un recurso contra las Normas de Conservación.
“Un baluarte y un símbolo para la cultura”
Recuerdan que la Montaña de Tindaya es el Espacio Natural con más protección de todos los Espacios Naturales Protegidos de Canarias.
Inciden en que este lugar constituye, por los valores que ya posee, “un baluarte y un símbolo para la cultura y la idiosincrasia de Canarias y especialmente de Fuerteventura”.
“Con la crisis social y económica actual, originada entre otros por esta oligarquía de políticos y empresarios corruptos, que se han enriquecido sembrando Canarias de destrucción de Espacios Naturales vírgenes con desmesurados proyectos urbanísticos, no es el momento de volver al modelo de desarrollismo que tanto daño ha hecho en los últimos años”, añade Ben Magec.
Esta organización entiende que “quienes hablan de que la obra será respetuosa con el Medio Ambiente y que traerá riqueza a Fuerteventura, son los mismos que han tomado decisiones durante décadas y han llevado al modelo insostenible actual”.
Por ello exigen la dimisión del consejero regional de Medio Ambiente, Domingo Berriel, “no sólo por su nefasta trayectoria en contra de los espacios naturales y nuestra biodiversidad, sino por ser el promotor directo del proyecto de Chillida, cuando fue él uno de los que inició el escándalo de Tindaya, como miembro de la Comisión que promovió el fraudulento acuerdo con el empresario Bittini en 1995”.
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