Clavijo reta a Podemos a paralizar Tindaya contra la voluntad de los majoreros

La portavoz del grupo de Podemos. Noemí Santana, durante una de sus intervenciones hoy ante el pleno del Palamento de Canarias. EFE/Cristóbal García

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife —

El presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, ha retado a Podemos a “oponerse al proyecto de Tindaya en contra de todas las instituciones y de la sociedad de Fuerteventura”, pues asegura que el monumento ideado por el fallecido escultor Eduardo Chillida en la montaña sagrada cuenta “con el respaldo” masivo de los majoreros.

Un apoyo que, a juicio del presidente, ha quedado plasmado el pasado 17 de febrero cuando suscribió junto al presidente del Cabildo, Marcial Morales, la creación de la Fundación Canaria Monumento a la Tolerancia en la Montaña de Tindaya.

Así respondió Clavijo a la portavoz de la fuerza morada en el Parlamento, Noemí Santana, para quien “Tindaya no se vende, Tindaya no se toca”.

Valor por sí misma

“El Gobierno nada nos cuenta del peligro de la estructura de la montaña, de los yacimientos, de su carácter simbólico para la población majorera” afirmó Santana, que añadió que no se necesita ningún proyecto porque “Tindaya es un valor patrimonial por sí misma”.

Al respecto, el presidente ha recordado que el horadado de la montaña para albergar el cubo de Chillida “supone un impacto que afecta solo al 0,04 por ciento del volumen” de Tindaya, por lo que no se ponen en peligro ni los yacimientos ni el medioambiente como aseguraba Santana.

Por contra, Clavijo ha insistido en que ese proyecto servirá para relanzar la economía de Fuerteventura y elevar el nivel de vida de sus habitantes, pues servirá para atraer aún más cantidad de turistas.

Unas tesis no aceptadas por Santana, que incluso ha recordado que el propio Chillida “antes de morir dijo que si no había apoyo de los majoreros no habría obra, y sin embargo se ha seguido adelante con el rechazo de la población de la isla”, como lo demuestran las “65.000 firmas recogidas para que se paralice un atentado medioambiental” en el que el Gobierno de Canarias “lleva gastados 25,7 millones sin que se haya movido aún ni una sola piedra”.

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