Clavijo achaca a una “diferencia de criterio” los datos confusos sobre las listas de espera sanitarias

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, responde a una pregunta durante el pleno del Parlamento. EFE/Ramón de la Rocha

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife —

El presidente del Gobierno de Canarias, el nacionalista Fernando Clavijo, sigue manteniendo ante una escéptica oposición que la diferencia del número de personas que están en lista de espera sanitaria que existe entre el portal de transparencia y la web oficial del Gobierno de Canarias es achacable a “la diferencia de criterio” a la hora de computar los pacientes que deben estar en sea relación.

Es más, Clavijo no solo ha asegurado que “no hay más ni menos personas en las listas de espera, son las mismas”; aunque anunció que “gracias a la nueva gestión” llevada por el consejero José Manuel Blatar (que sustituyó en enero al cesado socialista Jesús Morera),“un total de 35.654 personas ya no están en las listas de espera”

Una excusa presidencial que la portavoz parlamentaria y lider regional de Podemos, Noemí Santana, calificó de “tomadura de pelo”, pues la diferencia no es nimia, sino de 130.000 personas.“A ver si un día, por un error informático, usted deja de ser presidente, remachó antes de recordar que tras esta confusión de datos está la intención de Clavijo de desmantelar, como hizo Margaret Tatcher en Gran Bretaña, la sanidad pública.

Manipulación de cifras

Por su parte, la conservadora Australia Navarro recordó que la credibilidad de las autoridades sanitarias canarias está “en el piso”, pues como ya dijo en 2013 el Diputado del Común, en la Consejería “manipulan las cifras, cuando no se ocultan a los pacientes”.

Clavijo se ha mantenido en que la confusión se deba a que “se aplican criterios distintos para establecer quien debe figurar en la lista de espera”, por lo que para evitar nuevas confusiones el consejero Baltar ha decidido no publicar más datos hasta que no haya criterios homogéneo, y hacerlos públicos cada seis meses, no mes a mes como había instaurado Morera.

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