Fuerteventura se dirigirá directamente a Rajoy

El Cabildo de Fuerteventura acordó este viernes dirigirse directamente al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, para que paralice las gestiones que desde el Ministerio de Industria, que dirige el canario José Manuel Soria, se vienen realizando para autorizar las prospecciones petrolíferas en aguas próximas a Fuerteventura y Lanzarote.

El Cabildo majorero aprobó el contenido de una moción presentada por el Grupo de Gobierno y que fue mejorada a propuesta del Grupo Progresista Majorero, contando con el voto en contra del PP y la abstención del Grupo Mixto, y el voto a favor de CC, PSOE y Grupo Progresista Majorero.

En su exposición de motivos, la moción explica que el Gobierno de España ha informado durante estos últimos días de su intención de proceder a autorizar la realización de prospecciones en busca de hidrocarburos en aguas próximas a Canarias, especialmente de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, en las denominadas Cuadrículas Canarias 1 a 9.

“Estas autorizaciones se tramitan en base a un expediente cuyo origen se remonta a los años 90 del pasado siglo, que ha estado paralizado muchos años y que ahora se ha reactivado, sin que se hayan corregido graves carencias y problemas que en su momento llevaron a su paralización”, asegura el texto aprobado.

Además, las únicas modificaciones introducidas se centran especialmente en la ampliación del número de perforaciones desde un máximo de dos, tal y como estaba fijado en el documento original, hasta un número indefinido, dejado al libre albedrío de la empresa que resulte concesionaria.

“Entendemos, por lo tanto, que todo el proceso presenta graves carencias desde el punto de vista medioambiental y plantea serias amenazas para la actividad económica predominante en las dos islas orientales de Canarias, tal y como ha señalado la Federación Internacional de Turoperadores desde hace años”, dice el texto.

Antecedentes de 2004

El acuerdo adoptado por el Cabildo de Fuerteventura reitera “en todos su términos” los acuerdos adoptados el 8 de septiembre de 2004 y, “ante la inminencia de la finalización del plazo de alegaciones concedido a los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura y al Gobierno de Canarias, acordamos dirigirnos de forma inmediata al Ministerio de Industria del Gobierno de España y a la propia Presidencia del Gobierno de España, para solicitar formalmente la suspensión definitiva de la tramitación emprendida para autorizar las prospecciones petrolíferas”.

El Cabildo también acuerda “poner en marcha una campaña informativa destinada a concienciar a la población sobre esta problemática, incluyendo unas jornadas técnicas y buscando la coordinación para ello con las instituciones de Lanzarote”. Al tiempo que “reiterar la importancia de buscar siempre el diálogo y el consenso entre las distintas administraciones”.

Además, ofrece “toda la colaboración que podamos prestar al Ministerio de Industria y al Gobierno de Canarias para sustituir este tipo de iniciativas basada en combustibles fósiles, por proyectos asociados a la investigación y desarrollo de fuentes de energías renovables en las aguas de Canarias. Así como tomar la iniciativa para promover este tipo de proyectos”.

Sin unanimidad

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, lamentó que no se hubiera conseguido alcanzar la unanimidad “en un asunto básico para Fuerteventura, en el que todos deberíamos hacer un esfuerzo por dejar los partidismos aparte y defender los intereses de una sociedad que depende en más de un 90 por ciento del turismo y a la que cualquier daño o contaminación en nuestras aguas puede ocasionar graves problemas”.

Por su parte, el vicepresidente y consejero de Turismo, Blas Acosta, señaló que “no podemos estar sometidos a los intereses de una multinacional que sólo persigue buscar beneficios para sus accionistas, que no residen precisamente aquí. Un proyecto de estas características significa que nuestra industria turística y nuestra sociedad tengan que estar sometidas a la amenaza de un posible derrame durante más de 30 años. Más de 120.000 días con la amenaza permanente en nuestras playas”.

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