El Gobierno aprueba un plan de emergencias por fenómenos meteorológicos adversos

El Consejo de Gobierno de Canarias aprobó este martes un plan de emergencias específico para riesgos derivados de fenómenos meteorológicos adversos, tales como trombas de agua y vientos huracanados, informó el secretario del Ejecutivo, Antonio Castro Cordobez.

Con este plan específico, el Gobierno pretende que las respuestas de los servicios de emergencia en situaciones meteorológicas adversas estén más coordinadas y sean más rápidas y eficaces.

El Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias de la Comunidad Autónoma de Canarias por Riesgos de Fenómenos Meteorológicos Adversos, nombre completo del programa, está pensado para fenómenos meteorológicos adversos que puedan provocar daños personales o materiales de consideración, como pueden tormentas tropicales, fuertes vientos, lluvias torrenciales, olas de calor o nevadas.

El plan ha sido homologado por la Comisión Autonómica de Protección Civil y Atención de Emergencias de Canarias y desarrolla lo establecido en el Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias (Plateca).

Según el Gobierno, se quiere “dar una respuesta rápida, consensuada, eficiente y eficaz en todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias que pudiera verse afectado por cualquiera de los riesgos previstos”.

Se pretende que la actuación en la emergencia “no sea fruto de la improvisación y que exista un adecuado nivel de coordinación en la respuesta de las distintas administraciones y organizaciones relacionadas con el dispositivo de protección civil”, indicó el Ejecutivo.

Entre los objetivos concretos del plan están realizar una valoración rigurosa del riesgo, con una acotación, tanto espacial como temporal, de sus efectos.

También se busca crear un sistema de alerta precoz de protección civil que permita a los ciudadanos y las instituciones adoptar medidas preventivas.

Con este plan se quiere reducir los accidentes y los daños y disponer de medios de evacuación y de lugares de alojamientos para los evacuados, de medios de asistencia sanitaria y de medios y mecanismos de restauración de vías de comunicación afectadas.

El establecimiento de vías alternativas de comunicación y mantener y restablecer en el menor tiempo posible los servicios básicos de electricidad, telefonía, agua y combustible son otras de las previsiones del plan.

Otra meta es reducir las perturbaciones por modificaciones en la vida cotidiana, tales como paralización de la vida escolar, comunicaciones y servicios esenciales, además de mantener siempre informada a la población.

Para la planificación integral de lo servicios de emergencia en estos casos, se establece la integración de todos los planes de ámbito insular y local, de acuerdo con el sistema que marca el Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad Autónoma.

La información meteorológica que se tomará como referencia, mientras Canarias no tenga competencias en esta materia, será la suministrada por el Instituto Nacional de Meteorología.

El plan diferencia dos áreas geográficas de riesgos, según el clima y la orografía de cada isla, las islas orientales y las occidentales, y tres zonas, costeras, medianías y altas.

El director de este plan de emergencias específico será el consejero competente en materia de Protección Civil y Atención de Emergencias, actualmente el titular de Presidencia y Justicia, José Miguel Ruano.

Estará apoyado por diferentes grupos de acción, encargados de los servicios operativos ordinarios y diseñados para actuar coordinadamente y bajo una dirección única.

En el plan se contemplan distintas fases y situaciones, como la fase de preemergencia, cuyo objetivo es advertir y poner en guardia a las autoridades y servicios implicados, e incluye una situación de prealerta (o nivel amarillo) y una situación de alerta (o nivel Naranja o Rojo).

Cuando se concluya que el fenómeno es severo e inminente se activa la fase de emergencia, que tiene varios niveles, en función del ámbito geográfico afectado y la capacidad de respuesta según la situación.

El nivel 0 se activa cuando la incidencia geográfica es limitada, el nivel 1 cuando afecta a varios municipios de una isla, el nivel 2 cuando afecta al conjunto de la comunidad o a varias islas y el nivel 3 cuando los recursos propios de la Comunidad Autónoma no puedan hacer frente a los daños catastróficos producidos y se requiera la intervención del Estado.

Durante la fase de normalización y fin de la emergencia se realizarán las tareas de rehabilitación en las zonas afectadas y se prolongará hasta el restablecimiento de las condiciones mínimas imprescindibles para un retorno a la normalidad en las zonas afectadas.

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