El Oasis crecerá un 40% computando suelo público

El nuevo hotel Maspalomas Oasis, de la cadena mallorquina RIU, ha obtenido una edificabilidad de casi 39.400 metros cuadrados por haber computado el aprovechamiento de toda la parcela del palmeral y el oasis, esto es, 56.000 metros cuadrados, incluyendo en ese cómputo el espacio libre público. Esa edificabilidad supone que el nuevo hotel, pendiente de un informe jurídico del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para conseguir licencia de construcción, crecerá respecto al histórico Maspalomas Oasis en un 40,70%, según cálculos de la oficina técnica del Grupo Lopesan.

Esa edificabilidad es la que permitirá a RIU contar con un hotel de seis plantas (25 metros de altura), con 450 habitaciones y 915 camas que se distribuirían a lo largo de un edificio de 370 metros de longitud, que se extendería desde la actual ubicación del histórico establecimiento hasta el límite norte del palmeral, lindando con la calle que separa la parcela del vecino hotel Residencia.

La disposición del nuevo edificio, en forma de biombo, cerraría a los viandantes la visión del palmeral desde cualquier punto porque su efecto visual de 25 metros de altura equivale a ocho plantas convencionales (la planta baja tiene una altura de más de siete metros) y su volumen a 9.000 metros cuadrados. Estas proporciones llevan a los responsables de la oficina técnica de Lopesan, que este lunes explicaron el proyecto a la prensa, a hablar de “privatización visual y paisajística del palmeral del oasis, al menos desde la perspectiva que es posible disfrutar hoy visualmente”.

La altura media de la edificación, respecto al actual Maspalomas Oasis, crece en casi un 60% y la superficie ocupable máxima, en un 115%: de los 6.500 metros del actual establecimiento, a los 14.000 metros del proyecto en tramitación.

A los técnicos de Lopesan les inquieta, además, que la ubicación de la entrada del nuevo hotel a través de la plaza del Faro de Maspalomas produzca un efecto de “privatización espacial” de la zona, que quedará prácticamente al servicio del hotel y donde estiman que se cuadruplicará el tráfico rodado. De igual modo consideran muy perjudicial que la entrada de servicio del establecimiento de RIU aparezca en el proyecto precisamente frente al hotel Residencia, el único de cinco estrellas gran lujo en la zona.

Y, por supuesto, deploran que hacia la plaza del Faro y el contiguo Costa Meloneras, de la cadena Lopesan, haya una fachada de pasillos y corredores, emulando el viejo modelo de la avenida de Tirajana, en Playa del Inglés.

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