El PP achaca a Antonio Morales la “defenestración” de la número dos en el Cabildo de Gran Canaria

Marco Aurelio Pérez.

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

El Grupo Popular en el Cabildo de Gran Canaria ha achacado al presidente de la Corporación Insular, Antonio Morales, la “defenestración” de Isabel Mena, pese a ser la número 2 en los pasados comicios, quien ha quedado “relegada” por Miguel Ángel Pérez, designado como sustituto de Luis Ibarra, por el regreso de este último a la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Marco Aurelio Pérez, portavoz del Grupo Popular, considera que estas decisiones en el PSOE de Gran Canaria obedecen a “las artimañas de Morales para despejarse el terreno y remover a todos aquellos consejeros socialistas que han cuestionado públicamente su capacidad para liderar el gobierno de la Isla”.

“La evidente falta de sintonía entre el presidente insular y Mena se remonta a la etapa en que la número 2 del PSOE en el Cabildo fue viceconsejera de Políticas Sociales en el Gobierno canario presidido por Fernando Clavijo, cuando acusó a Morales de engañar a los usuarios de la Residencia de Mayores de Agüimes cobrándoles una plaza que tenían subvencionada por la Ley de Dependencia”, recuerda el PP en un comunicado.

Pérez ha denunciado “la hipocresía y el doble rasero”, tanto del PSOE como Nueva Canarias que, junto a Podemos, conforman el gobierno insular, “pues se presentan como los únicos abanderados de la igualdad pero a la hora de la verdad, cuando se trata de mantener el poder a toda costa, no vacilan en adoptar decisiones políticas que desprenden un tufo machista y misógino”.

Una estrategia de Morales para someter al PSOE

A juicio de Pérez, la crisis acaecida en el PSOE de Gran Canaria solo ha perseguido un objetivo, el de Antonio Morales para “quitarse estorbos de en medio que pudieran poner en peligro el pacto de gobierno en la Corporación insular a lo largo del mandato”.

El PP asegura que tras las críticas vertidas por Ibarra durante la campaña electoral, cuestionando con dureza la gestión realizada durante el mandato anterior en asuntos polémicos como el escándalo de Amurga o la venta fallida del Club Baloncesto Gran Canaria, “Morales ha sometido al portavoz socialista a un continuo mobbing político hasta conseguir al fin que su partido lo aparte definitivamente del Cabildo”.

Pérez señala que “la marcha de Ibarra al Puerto abre una grave crisis de gobierno y evidencia que la desconfianza sigue instalada entre los dos socios, hasta el punto de que el grupo socialista ha terminado resignándose a un papel de segundón que augura una difícil gobernabilidad en los próximos cuatro años, más aún tras ser obligado por la dirección de su partido a renunciar a sus exigencias iniciales de gestionar consejerías como la de Hacienda o Cooperación Institucional”.

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