El Parlamento, un 'encierro' que 'obliga' a los diputados al entretenimiento

La intensidad y duración de los plenos obligan a los diputados y miembros del Gobierno a buscar distracciones para superar el tedio de interminables comparecencias. Los teléfonos móviles son la estrella de la actividad paralela desarrollada en el hemiciclo, donde también se lee la prensa, se intercambian bromas y dibujan caricaturas.

Mantener la atención durante las jornadas maratonianas que suponen los plenos del Parlamento de Canarias es tarea harto complicada para sus señorías, a juzgar por los múltiples entretenimientos con los que matan horas de debates, intervenciones y exposición de datos que se aglutinan en una sucesión de preguntas, comparecencias y otras iniciativas.

La concentración de información, muchas veces repetitiva, que se intercambia dos veces al mes en la Cámara, y unos órdenes del día cada vez más cargados, llevan a los diputados y miembros del Gobierno presentes en la sala a buscar vías de escape al encierro al que obliga sus cargos. Entre los entretenimientos preferidos de los representantes y dirigentes de los ciudadanos predomina el uso de los móviles, si bien no falta quien mate el tiempo intercambiando confidencias, leyendo la prensa, manejando los portátiles, e incluso dibujando caricaturas.

El líder de los socialistas canarios y presidente de su Grupo Parlamentario, Juan Fernando López Aguilar, por ejemplo, ha alcanzado las máximas cotas de protagonismo en las últimas sesiones gracias a sus dotes para la caricaturización. Así, ha combinado sus incisivas intervenciones en contra del Gobierno regional con una faceta mucho más amable, retratando a sus señorías humorísticamente en una sucesión de creatividad sin límites que concluyó con su propia imagen. No está muy claro si como despedida o como regalo navideño, en el último pleno obsequió con sus creaciones a los retratados, después de entretenerse en dibujarlos en el transcurso de la sesión.

Las posibilidades que ofrecen hoy en día los teléfonos móviles son bien explotadas por sus señorías, que aprovechan las horas de inmovilidad para mantener conversaciones, mandar mensajes de texto e incluso hacer fotografías inmortalizando momentos de gloria. A veces, la impresión que da es que incluso hablan entre ellos.

La lectura, otro de los 'vicios' preferidos

La lectura es otro de los hábitos preferidos de los diputados, que dedican buena parte de las sesiones a estudiar la prensa y otros textos, eso sí, presuntamente relevantes para temas tratados en las sesiones.

Los diarios son utilizados frecuentemente por los diputados para provocar en tono de chanza a los parlamentarios de otro signo político, estableciendo complicidades al margen de diferencias políticas. Así, posan frecuentemente mostrando originales o fotocopias con titulares que critican al contrario, con los que provocan a sus oponentes e inician diálogos a distancia con los que animan las sesiones.

Como es difícil mantener las risas y fiestas durante horas de debate, algunos diputados no pueden evitar que se les note el cansancio y el sopor hace mella. Algunos no ocultan su estado de somnolencia recostándose en sus escaños, frotándose los ojos o se desperezándose.

Otros aprovechan para mantener conversaciones, más o menos profundas, más o menos jocosas, en función de la actitud, para amenizar las jornadas. A juzgar por las actitudes, las imágenes dan pie incluso a pensar en acercamientos entrañables que tal vez terminen en campanas de boda.

La reflexión, que a veces parece hasta un rezo, o la concentración en los frescos del techo del Salón de Plenos, también acaparan en los momentos de tedio, la atención de los parlamentarios, suscitando preguntas sobre sus pensamientos, por los que más de uno pagaría.

Los plenos son incluso buena ocasión para intercambiar regalos, como fue el caso de la diputada popular Águeda Montelongo, que recibió un patito de goma tras su reciente maternidad.

Los portátiles con los que la Cámara obsequió a los diputados unas navidades también sirven para sacar más partido al tiempo. La presencia de fotógrafos en el hemiciclo también da juego a algunos, como el presidente del Partido Popular (PP) y de su Grupo parlamentario, José Manuel Soria, que, al menos en una ocasión, no se resistió a la tentación de probar la cámara de uno de los gráficos.

Pero llega un momento en el que la inventiva no da más de sí y la desesperación lleva a consultas incesantes al reloj. La lectura positiva de todas estas anécdotas es que, al margen de diferencias políticas, la desconcentración de los diputados supera la guerra de partidos que escenifican de cara al público. No es mal mensaje para la noche de fin de año.

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