El padre de Zerolo desmonta la coartada del exalcalde sobre los premios de las loterías

El voluminoso sumario del caso de Las Teresitas no deja de deparar sorpresas. Ahora ha trascendido un detalle que hasta el momento había pasado desapercibido. Y es que durante la declaración de Miguel Zerolo Valderrama, padre del ex alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, éste desmontó la versión ofrecida por su hijo sobre los premios de la lotería que había ganado en el año 2001.

Mientras el actual senador por la Comunidad autónomo mantuvo que su padre siempre jugaba al mismo número, 23427, desde hacía años y que en ese ejercicio le tocaron alrededor de 14.000 euros por la compra de 140 décimos, ahora Zerolo Valderrama lo niega de forma rotunda. “No recuerdo que me haya tocado nunca un premio de más de 12.000 euros. De ser así seguro que lo recordaría. Lo que sí puedo asegurar es que yo soy la persona encargada de comprar, cobrar y administrar la lotería y, en caso de recibir algún premio lo reparto entre mis hijos o lo reinvierto en comprar otra lotería”, indicó.

En realidad se demostró que efectivamente el padre del ex alcalde estaba abonado desde hacía 25 años a ese número y que como mucho adquiría 15 participaciones. En la lotería del niño de 2001 cada décimo resultó agraciado con apenas 108,18 euros y nunca se pudo acreditar de dónde salieron los 2.434 euros para pagar los 140 números.

De éstos, 35 boletos fueron abonados en la Delegación situada en el municipio de La Guancha, un hecho que extraña a los investigadores que realizaron gestiones para intentar esclarecer por qué se acudió a un municipio tan alejado de la capital. El resto se cobraron en Santa Cruz de Tenerife entre los días 12 al 17 de enero de 2001. A la policía le llamó también la atención que los premios fuesen cobrados en distintas fechas y administraciones, cuando el padre aseguró que los había repartido ya entre sus hijos. Lo que sí se pudo acreditar es que este dinero fue ingresado directamente en una cuenta del exalcalde y que luego se dirigió a la compra de una finca en La Tejita por cuya reventa se consiguió hasta multiplicar por diez la inversión inicial. Según los investigadores, Zerolo disponía de información privilegiada y sabía que estos terrenos situados en un paraje protegido iban a ser permutados por otra parcela en La Jurada de mayor valor.

Esa fue una época muy afortunada para el actual senador. Pocos días antes había ganado 48.000 euros en el gordo de Navidad con el número 61941 que adquirió el Casino de Tenerife de cuyo Consejo de Administración era socio el entonces alcalde. El premio fue cobrado casi de forma inmediata, con lo cual se desmontó la versión de Zerolo de que parte del dinero obtenido en el Gordo de Navidad se invirtió luego en el sorteo del Niño, tal y como se llegó a indicar incluso a través del Gabinete de prensa cuando trascendieron las primeras sospechas sobre la inusitada suerte de Zerolo con los juegos de azar.

La policía desde un primer momento barajó la posibilidad de que el senador estaba intentando blanquear parte del dinero que supuestamente había recibido por la operación de Las Teresitas que ya en aquellos momentos se estaba comenzando a gestar o de otros cobros supuestamente ilegales. En estos casos la técnica pasa por adquirir los boletos a otros ganadores a los que se paga una mayor cantidad de dinero y de esta manera se consigue blanquear fondos que hasta entonces no se podían declarar por su procedencia ilegal.

En la segunda comparecencia de Zerolo ante la juez, éste se mostró muy esquivo a la hora de dar detalles sobre estas operaciones. De la lotería del Gordo dijo que le habían regalado dos números y uno había resultado agraciado, frente a la teoría de la policía de que el exalcalde los compraba a través de su secretaria ya que nunca acudía a los Consejos de Administración de Casinos de Tenerife. Incluso recordó que mientras se estaba celebrando un pleno le informaron de que había ganado y por lo tanto lo suspendió para invitar a desayunar a todos los presentes.

En cuanto a la lotería del Niño, las respuestas fueron más esquivas aún. El senador no recordaba cuánto pagó por los décimos, ni si sacó el dinero del banco o si los números los retiró él o su padre. Sin embargo el informe policial es contundente: “Es mucha concomitancia que tres días antes de la compra de la finca que se presume de un período de reflexión y de negociación del precio con anterioridad, se ingresen unas cantidades en concepto de décimos premiados por el mismo montante, aproximadamente, que la compra. También es mucha casualidad -la probabilidad es ínfima- de adquirir 10 décimos y 135 décimos de dos sorteos consecutivos, con un desembolso considerable de 18 euros por décimo que suman unos 2.600 euros y ser todos premiados”.

En estos momentos la Fiscalía del Tribunal Supremo (TS) ha pedido que se mantenga la imputación por malversación de fondos contra el senador y se da por casi seguro que se hará lo propio con la de prevaricación. Fuentes del Ministerio Público han anunciado que estudiarán en profundidad retomar la de cohecho, inicialmente descartada por Bellini tras el nombramiento de Zerolo como senador por lo cual el sumario ha tenido que ser remitido al Supremo.

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