El juez absuelve a Carlos Sosa y condena a Soria a las costas

El vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria, ha sido condenado a pagar las costas judiciales del pleito que en 2006 entabló contra los periodistas Carlos Sosa y Francisco Javier Chavanel, a los que denunció por injurias y calumnias tras publicar el primero y comentar el segundo que el entonces presidente del Cabildo de Gran Canaria vivió gratis en el chalet de un empresario a cambio de tratar de beneficiarlo en un concurso de asignación de potencia eólica convocado en 2004.

Los dos periodistas han resultado absueltos, al constatar el juez, Francisco Javier García Sotoca, que Carlos Sosa obró con diligencia profesional al contrastar debidamente la información antes de publicarla, y Chavanel, al limitarse a comentar los datos ofrecidos por el primero, director de Canariasahora.es.

El juez ha creído suficientes las indagaciones periodísticas que demostraban que Soria vivió gratis en un chalet del empresario Javier Esquivel, al que trató de beneficiar desde su puesto de presidente del Cabildo impidiendo que al concurso eólico se presentara la empresa pública Megaturbinas de Arinaga, y propiciando que las empresas de Esquivel accedieran a concesiones portuarias en el Muelle de Arinaga (Agüimes), en un campo de vientos de altísima rentabilidad.

La sentencia pone en entredicho las versiones ofrecidas en el juicio por Luis Soria, por entonces consejero de Industria, que afirmó que su encuentro con los hermanos Esquivel en la factoría de fabricación de turbinas eólicas de Enercon en Magdeburgo, Alemania, fue casual; las expuestas por su hermano José Manuel en relación con el presunto contrato de arrendamiento del chalet de Esquivel, y de la esposa de José Manuel Soria, la procuradora María del Carmen Benítez, sobre los dudosos recibos de justificación de las rentas por aquel alquiler que jamás fueron contabilizadas por la empresa propietaria del inmueble, Atlantic Buildings, propiedad de Javier Esquivel, su esposa y sus hijas.

A lo largo de su sentencia, el juez se refiere de forma reiterada al Tribunal Europeo de Derechos Humanos al resaltar la importancia de la libertad de expresión y de información en una sociedad democrática. Además, llama la atención, este tribunal, sobre “la necesidad de evitar que los ciudadanos se desanimen por el temor a sanciones penales o de otra naturaleza y desistan de opinar sobre otros problemas de interés público”.

Igualmente García García-Sotoca en su sentencia dice que la acusación, en nombre de José Manuel Soria, “ha insistido en su pretensión de condena -lo que entraría en la categoría de temeridad- llevando a los acusados a transitar durante un proceso penal con los gastos y desvelos inherentes, donde la respuesta tienen un carácter punitivo” y todo “ello por el legítimo ejercicio de la información”.

Dice el juez en que “es necesario evitar que la acción penal se convierta en una suerte de instrumento para amordazar” la libertad de expresión e información.

Tras publicar un artículo titulado Eolo vuelto del revés, en el que Carlos Sosa explicaba la trama de la operación Eolo en sentido contrario a la investigación desarrollada por el juez Parramón, el vicepresidente del Gobierno se querelló contra el periodista, para el que reclamaba dos años de prisión y medio millón de euros de indemnización. La querella afectó también a Francisco Javier Chavanel, por entonces subdirector de CANARIAS AHORA RADIO, por haber comentado aquel artículo y una información de Alexis González, justo la que desveló la prebenda obtenida por Soria de su amigo Javier Esquivel.

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