Los académicos hacen 'piña' contra Tindaya

Más de 150 académicos han firmado un manifiesto en el que piden a la administración que desista del proyecto turístico que pretendese contruirse en la montaña de Tindaya, en Fuerteventura, y que puede perjudicar a lo que han calificado como “monumento” histórico y natural. “No tenemos derecho a ser tan incapaces, a ir contra uno de los símbolos de la historia de Fuerteventura”, ha dicho en declaraciones a El Correíllo Antonio Tejera, catedrático de Arqueología de la ULL y Premio Canarias de Patrimonio Histórico 2010.

El documento que los investigadores han hecho público, y al que se han sumado estudiantes, asociaciones y otro personal universitario, hasta las 177 firmas, pide “al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Fuerteventura que renuncien definitivamente a ejecutar el Proyecto Monumental en la Montaña de Tindaya inspirado en la idea del escultor Eduardo Chillida”. Las razones las han aportado estudiosos de diversas áreas, desde las bellas artes hasta la arqueología, pasando por antropólogos, historiadores, ingenieros, geógrafos o biólogos.

El primer argumento es legal. “La montaña de Tindaya es uno de los espacios con mayores niveles de protección legal del Archipiélago, por sus valores naturales y culturales”, recoge el escrito. Tejera insiste: “Se está yendo contra la ley, contra la historia, contra el patrimonio cultural”. Por este motivo piden a la administración que sustituya el plan monumental que lleva varios años proyectado por otro menos agresivo. “Hay técnicas suficientes”, dice Tejera, “para no tener que tocar siquiera la montaña”.

Según el premio Canarias de Patrimonio, llevar a cabo el actual proyecto supondría “hay que cementarlo por dentro y no tendría valor geológico”. Porque la montaña está prácticamente hueca: “Se puede caer”, dice Tejera, “No tiene la apariencia de dureza (en el interior) que tiene en el exterior”, algo que el catedrático achaca a los años del boom inmobiliario, cuando se concibió el plan planteado por Chillida, en los que Tuindaya se utilizaba para “extraer cantidad de piedra” para la construcción.

Protección y rentabilidad

La propuesta de los académicos pasa por explotar el monumento de manera sostenible. “Se puede hacer”, asegura Tejera, “Es nuestra obligación hacerlo, promocionarlo, defenderlo”.

La alternativa pasa por utilizar técnicas que permitan, por ejemplo, colocar una “escalerilla” que permita a los turistas subir a la montaña rodeando el monumento y admirar las pinturas rupestres de su interior. “No he oído ninguna opción por parte del Gobierno para llevar a cabo un proyecto integral de conservación y un programa para que pueda ser visitable”, se queja Tejera.

Etiquetas
stats