14,4 litros de lluvia inundan el Muelle de Santa Catalina de aguas fecales

Canarias Ahora / Canarias Ahora

Bastaron un par de días de lluvias para que 10.000 cruceristas se encontraran con el espectáculo de un Muelle de Santa Catalina colmado de aguas fecales. Según la compañía Emalsa, que, en respuesta a la noticia adelantada ayer por Canarias Ahora, ha emitido un comunicado de prensa, los aportes extraordinarios de agua de las últimas jornadas provocaron la “colmatación de las infraestructuras ante el exceso de agua, por el extraordinario aporte de pluviales a la red de alcantarillado”.

Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), sin embargo, no hablan de lluvias especialmente copiosas sobre Las Palmas de Gran Canaria. Los datos pluviales de estos días son más bien discretos. El 9 de enero, único día en el que se produjeron precipitaciones sobre la ciudad, los registros oficiales hablan de 14,4 litros por metro cuadrado.

Cifras escutas que, sin embargo, dejaron un panorama de suciedad, malos olores y pésima imagen, en una de las puertas de entrada de turistas más importantes de la isla. Algunos testigos presenciales aseguraron, a esta redacción, que numerosos turistas tomaron fotografías del vertido. Una vez más, queda de manifiesto la incapacidad de la red de saneamiento de Las Palmas de Gran Canaria para dar respuesta a fenómenos climatológicos adversos que, en esta ocasión, no fueron, ni mucho menos, extraordinarios.

Según declara el servicio de prensa de Emalsa, “el Ayuntamiento, como titular del servicio y propietario de la red afectada por las referidas incidencias, ha permanecido en todo momento informado sobre las mismas y las medidas adoptadas por Emalsa para paliar sus efectos”. Las causas del vertido, explicitan fuentes de la empresa fue “el alivio de la estación de Bombeo de Santa Catalina, debido a la colmatación de las infraestructuras ante el exceso de agua, por el extraordinario aporte de pluviales a la red de alcantarillado”.

Emalsa reconoce que el domingo también “se produjo un vertido puntual de forma accidental por una obstrucción en la red de alcantarillado de la calle Isla de Cuba, a través de la red de pluviales de la zona, que vierte en el frente marítimo de la calle Simón Bolivar”. Emalsa, a través de un comunicado remitido a esta redacción aclara que, “normalmente, estas obstrucciones son producto de los arrastres de residuos que conllevan los grandes aportes de caudal de agua a la red de alcantarillado que suceden en estas situaciones climatológicas adversas”.

Malos olores en Barranco Seco

La empresa señaló que el Ayuntamiento también “ha sido informado de que los malos olores producidos en los últimos días en la depuradora de Barranco Seco, y que afectaron al Barrio de San Roque, son también consecuencia de los desperfectos ocasionados por los fenómenos meteorológicos adversos en las cubiertas de un reactor biológico y decantador de la depuradora, cuya reparación ya se ha iniciado y finalizará en unos días”.

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