El juez Parramón

Quizá pensó que podía hacerlo: llegar, anidar entre las togas y mover algunos vicios sin renunciar a ser quien decía ser. Pero la realidad es más tozuda que la sentencia mejor construida. Ahora nada de aquello cuenta en el anunciado cambio de tercio. Sin duda irán a por él.

Etiquetas
stats