Las medidas no farmacológicas deben ser el primer paso para tratar a los pacientes con artrosis, según un experto

Gran Canaria acoge el XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 18 (EUROPA PRESS)

Las medidas no farmacológicas deben ser el primer paso para tratar a los pacientes con artrosis. Ésta es una enfermedad que no se puede curar, los beneficios que se obtienen de un tratamiento correcto pueden ser muy importantes, permitiendo llevar en muchos pacientes una vida prácticamente normal.

No obstante, las claves de una calidad de vida aceptable pasan por seguir un tratamiento adecuado. Las diferentes guías de tratamiento de la artrosis coinciden, no obstante, en remarcar cuál es la clave a la hora de hallar el tratamiento adecuado: agotar los tratamientos no farmacológicos antes de recurrir a los medicamentos y, sobre todo, educar al paciente en su enfermedad.

Sobre éstas y otras coincidencias de las guías de tratamiento habla el doctor Arturo Gómez García de Paso, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, en el XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), que se celebra en Las Palmas de Gran Canaria entre el 16 y el 18 de junio, informa la organización en un comunicado.

“SABER CONVIVIR CON LAS LIMITACIONES”

“El paciente debe conocer y saber convivir con las limitaciones que le provoca la enfermedad; el objetivo es que el paciente sea autónomo, y comprenda y autogestione su problema de artrosis”, explica el doctor Gómez.

Esta enfermedad afecta en mayor o menor medida a todas personas mayores de 60 años, aunque sólo en una parte de esta población es tan severa como para causar síntomas.

La dolencia más común es en las articulaciones de los dedos de las manos, las rodillas, las caderas y la columna cervical y lumbar, por lo que incide considerablemente en la calidad de vida de los pacientes. Es, además, la artropatía más frecuente en los países desarrollados.

El dolor al utilizar la articulación es su principal y más temido síntoma, por lo que el tratamiento requiere, en la mayoría de los casos, de fármacos que ayuden a aliviarlo.

“NO HAY UN TRATAMIENTO UNIFICADO”

Aunque los expertos abogan por intentar antes los tratamientos que no incluyan medicamentos. Lo que queda claro, no obstante, es que “no existe un tratamiento unificado, sino que éste debe ser individualizado para cada paciente, ya que cada uno presenta una sintomatología y una respuesta al tratamiento distintos”, señala el Dr. Gómez.

A la hora de tratarlo, los médicos deben tener en cuenta factores como la articulación afectada, la severidad de la artrosis, el grado de dolor, las actividades diarias del paciente, su edad o sus antecedentes patológicos.

Aún así, hay varios factores y métodos en los que coinciden la práctica totalidad de las guías de tratamiento. La pérdida de peso, la protección de las articulaciones afectadas, la corrección de los movimientos dolorosos, evitar determinadas posturas y el ejercicio terapéutico ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente.

BASTONES O ANDADORES, MUY ÚTILES

El uso de ayudas de marcha, como bastones o andadores, también sirve de mucha utilidad. Sin embargo, en primer lugar los médicos tratan de eliminar las posibles causas subyacentes de la patología. Como, por ejemplo, cuando una persona es obesa se incide en la importancia de reducir su peso.

A la hora de proteger las articulaciones dañadas, los expertos coinciden en que evitar las sobrecargas, no realizar los movimientos que producen dolor o aprender a utilizar otras articulaciones en lugar de las afectadas ayudan a no agravar los síntomas.

No permanecer mucho tiempo de pie y evitar las marchas prolongadas son consejos para los que sufren artrosis de cadera, mientras que evitar las posiciones mantenidas de flexión y cuidar la postura nocturna es recomendable para los pacientes con artrosis cervical.

EJERCICIO FÍSICO

El ejercicio físico es otro de los factores en los que las guías de tratamiento aúnan criterios. Así, los ejercicios más recomendados son los aeróbicos, los de fortalecimiento y los de flexibilidad, así como los que se realizan en el agua.

“La actividad debe mantener el movimiento articular y fortalecer los músculos para tonificar y evitar limitaciones articulares”, indica el especialista. Debe ser, eso sí, suave, evitando la aparición del dolor.

Estos y otros tipos de tratamientos incluidos en las guías han sido desgranados por Gómez García de Paso en el encuentro en Gran Canaria. El Congreso Nacional de la SERMEF reúne en la isla a más de 650 médicos especialistas en Rehabilitación y Medicina Física. A lo largo de los cuatro días que dura el evento, compartirán experiencias e intercambiarán información y todas las novedades en el mundo de la rehabilitación.

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