La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

El portavoz de Podemos en el Cabildo de Gran Canaria rechaza gobernar “con un tránsfuga” de su partido

Miguel Montero, en un pleno del Cabildo de Gran Canaria, con Juan Manuel Brito al fondo. (FLICKR CABILDO DE GRAN CANARIA)

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

Miguel Montero fue el principal perjudicado por el pucherazo de su contrincante, Juan Manuel Brito, en las primarias de Podemos para liderar la lista al Cabildo de Gran Canaria en 2015. Hasta la fecha se ha mantenido en silencio, pero este lunes ya ha dejado claro que no piensa compartir grupo de gobierno en el tripartito con Nueva Canarias y PSOE si en el mismo se mantiene a un “tránsfuga” como Brito.

El gobierno insular presidido por Antonio Morales (NC) ya ha tratado la situación de su vicepresidente segundo al requerir formalmente Podemos que expulse de su grupo político a Brito, para pasar a ser un consejero no adscrito. Y la primera voz contra su presencia en el gobierno sale de sus propias filas, aunque ambos estén enfrentados a la secretaria general autonómica, Meri Pita.

Montero ha valorado para Canarias Ahora no solo la expulsión formal de Brito de su formación, sino las pruebas aportadas por este periódico de cómo manipuló las primarias de 2015. “Sabía que había habido trampas, pero no lo podía demostrar. Ahora, una vez que he podido ver las pruebas, 20 meses después, se te viene todo encima otra vez, la sensación de impotencia, porque es duro ver las pruebas”.

Con o sin trampas, Brito ya no está en Podemos. Su expulsión se ha debido a otros motivos que nada tienen que ver con el pucherazo de 2015, pero que ha colocado al grupo de gobierno insular en una situación muy complicada. Miguel Montero es portavoz del grupo de Podemos, del que será expulsado Brito, y a título personal ya avanza que no quiere compartir gobierno con alguien que no es de su partido.

“Nunca jamás me voy a quedar en un grupo de gobierno con un tránsfuga”, dice el consejero de Educación y Juventud. “Bajo ningún concepto, antes me voy a mi casa. Yo no soy una persona que anteponga gobernar al respeto a los votantes”, explica. “Los votantes no votaban al cabeza de lista, votaban a Podemos. No nos conocían, estaban votando a Podemos porque querían impugnar el sistema”, sostiene.

De ahí que lance también un mensaje al presidente insular: “Yo no creo que Antonio Morales quiera ser una mala copia de José Miguel Bravo de Laguna [anterior presidente del Cabildo que mantuvo en su gobierno a dos tránsfugas de CC y CCN y acabó también marchándose él mismo del PP], que tiene la falta de vergüenza de decir que si le criticaban a él por eso, por tener a dos enchufados, a dos comprados en su gobierno, también se debe criticar ahora a Morales” por el pase de Juan Manuel Brito a consejero no adscrito.

Pero para complicar más la relación entre Montero y Brito, la manipulación de votos en su competencia interna por liderar la candidatura al Cabildo ha sido la gota que ha colmado el vaso. “Siempre tuve la sospecha, pero cuando he podido ver las pruebas publicadas por Canarias Ahora, sí lo veo: hay correos, una estructura montada…en ese momento no lo pude demostrar y Meri Pita no quiso que se impugnara. Y ahora ya sé por qué no quiso, porque parece que también habría hecho trampas”, dice en relación a los whatsapp publicados del grupo oficialista.

Montero recuerda que durante aquellos días de 2015, cuando se retuvieron unos días los resultados de las primarias al Cabildo, “el cabreo era tanto que Madrid mandó a Miguel Bermejo, encargado de temas de Canarias. En una reunión con más de 30 personas nos dijo que sí, que habían detectado inscripciones masivas en determinados municipios y un altísimo repunte de las inscripciones acumuladas en pocos días, pero no sabían si lo habíamos hecho nosotros o la otra candidatura”.

Entonces se decidió pasar página, pero ante las nuevas revelaciones de cómo se manipularon esas primarias, entiende que “si la respuesta a que Juanma [Brito] hizo trampas es que Meri [Pita] hizo trampas, eso es tinta de calamar y todos manchados. Eso no. Yo no hice trampas”. Y además lo argumenta con que las informaciones aparecidas a raíz del pucherazo de Brito en el Cabildo de que el grupo oficialista hizo lo mismo “no tenían nada que ver con estas primarias”.

“A mí, y a toda la gente que se ilusionó con este proyecto, qué nos importa si Meri hizo o no trampas, algo que no puedo afirmar. A mí lo único que me demuestra es que hay gente dispuesta a hacer trampas, pero cuando se publican los whatsapp quienes están abriendo correos son Gonzalo Busquet en Lanzarote y Rodrigo Laiz en La Palma, para votar en la lista autonómica, pero no al Cabildo de Gran Canaria”.

Montero asegura que desea seguir trabajando “porque no puedo perder el tiempo en si hubo trampas o si expulsan a Juanma Brito, pero entiendo que hay una estrategia de partido ya tomada por Sí Se Puede [la organización del grupo de Brito en Gran Canaria] y a mí no me han comunicado nada, pero tampoco sé nada de la dirección regional de Podemos. En 20 meses Meri Pita se ha dirigido solo una vez a nosotros para fijar una posición del partido en un asunto del Cabildo”, lamenta.

“No me gusta cómo se han hecho las cosas en el partido, que se utilicen expedientes para acallar voces críticas [en referencia a Brito], pero yo soy de Podemos y voy a seguir siendo de Podemos”, explica sobre su posición ante la petición de su partido de expulsar al vicepresidente segundo de su grupo político en el Cabildo.

Etiquetas
stats