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La relevancia de López Aguilar y no la corrupción, factor clave en el 27-M

A pesar de la relevancia mediática que ha tenido el fenómeno de la corrupción en Canarias en los últimos dos años, previos a las Elecciones Autonómicas del pasado mes de mayo, el experto y asesor en comunicación política Javier del Rey Morató, considera que en el caso canario el factor clave fue realmente “la relevancia” del candidato vencedor, Juan Fernando López Aguilar.

Javier del Rey Morató es licenciado en Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra y Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, donde es profesor. Ha sido asesor de varios candidatos a Elecciones Generales en España y ha escrito, entre otros, La Comunicación Política y Los juegos de los políticos.

Morató basa su argumento en el hecho de que “en varios sitios ha ganado la impunidad”, en referencia a las distintas circunscripciones españolas en las que candidatos investigados han ganado, como Francisco González (PP) en Mogán o Miguel Zerolo (CC) en Santa Cruz de Tenerife en el caso canario, “por lo que cabe pensar que la corrupción no ha afectado de manera directa a los ciudadanos”.

Para el experto, “a veces la variable discriminante es la relevancia y en este caso en Canarias la hubo del candidato, de Juan Fernando López Aguilar”, al que considera un candidato “muy competente intelectualmente”. Según Morató, en comunicación política “el contexto fundamental para la argumentación es el argumentador”, y recuerda cómo Felipe González “decía OTAN no y ganaba diez millones de votos, luego OTAN si con referéndum y otros diez millones de votos”.

Aunque no obstante, considera que “las Elecciones no se ganan realmente en el período de campaña, sino durante los cuatro años de legislatura” ya que “las personas guardan en su cabeza negativos que luego se revelan en el período de campaña”, donde en este caso también influyó la corrupción “y en las pasadas Elecciones Generales la foto que se reveló fue Irak, y concretamente las mentiras que sobre ella vertió Aznar”.

Nuevas tecnologías

En cuanto a la “falta de imaginación” de los candidatos, que suelen tirar de clichés políticos “vagos e imprecisos” para rentabilizar sus mensajes ante un auditorio muy disperso, cree que las nuevas tecnologías, y en concreto Internet, van a hacer que las campañas electorales cambien “radicalmente y tendrán que aprender a comunicarse de otra manera”. En concreto, cree que los candidatos van a tener que empezar “a tomar en serio al sujeto receptor, quizás a decir menos tonterías, no lo sé, tengo que verlo para creerlo”.

Tanto es así que recuerda que las Elecciones norteamericanas de 2004 “se llamaron las Elecciones Youtube”. En este sentido augura que esta nueva forma de comunicación con el electorado “se terminará imponiendo porque la cifra de internautas no deja de crecer y posiblemente de lugar a nuevas fórmulas de lenguaje por la novedad del propio medio”.

Y piensa así porque Internet “admite la participación del ciudadano, que es la asignatura pendiente, porque Internet se sigue utilizando como un tablón de anuncios electrónico, se utilizan las herramientas de hoy con la mentalidad de ayer, pero están espabilando, porque esto ya no lo para nadie”.

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