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Una técnico del Ayuntamiento implica a Perrault y Plasencia

La jefa de Servicios de Proyectos Urbanos, Infraestructuras y Obras del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Loreto Ariz Alonso, ha implicado ante la juez de Instrucción 2 de Santa Cruz de Tenerife al mismo arquitecto Dominique Perrault, y también ha salpicado a Norberto Plasencia, en la sucesión de irregularidades en el caso Las Teresitas desde el mismo momento en que se aprobó el proyecto de construcción del frente de la playa, en 2004. Loreto Ariz está imputada por un delito contra la ordenación del territorio y prevaricación urbanística.

En las declaraciones que Loreto Ariz efectuó ante la jueza el pasado 16 de julio, y a las que ha tenido acceso CANARIAS AHORA, la técnico afirmó que “Dominique Perrault era el arquitecto director, que es el que manda y el que toma las decisiones”, aparte de señalar que desde 2004 su servicio se divide en dos (Servicio de Proyectos Urbanos e Infraestructuras y Obras y Gestión de Servicios) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, y la que le corresponde pasa a formar parte de Obras, que se integran en la Gerencia de Urbanismo, del que es responsable Plasencia.

Es de ambos, dijo Ariz a la jueza y la fiscal, de quien dependen las decisiones que se han adoptado. De esta forma, según declaró, fue decisión del arquitecto añadir una planta más de sótano al conocido Mamotreto, porque había hondura suficiente y se ganaban 130 plazas de garaje, y no había informes en contra.

Ariz, que en 2004 pasa a depender de Obras (Plasencia) aseguró a la jueza y a la fiscal de Medio Ambiente que no emitió el informe previo a la tramitación de la licitación de obras porque no lo creía necesario, (“si el Consejo Rector no requiere dicho informe pues no se da”, dijo a la jueza) después de que el proyecto de urbanización de la playa estuviese en dos manos: Costas y el Ayuntamiento. La técnico afirma que en torno a 2004 había “buena sintonía con la Dirección General de Costas y el Ayuntamiento”, que dos años más tarde inicia un nuevo deslinde, con el que no se ganaban terrenos, más bien los reducía.

Según consta en autos, cuando Perrault vio la posibilidad de hacer una planta sótano más de aparcamientos, Ariz elaboró un informe para el proyecto modificado número 1, que en teoría abarcaba hasta la Cofradía de Pescadores, según la fiscal y vuelve a citar a Perrault como el jefe máximo de las obras y director de las mismas. “Es el que toma las decisiones” insistió ante la fiscal Inmaculada Violán.

Ariz, pese a ser quien controlaba el proyecto, aseguró a la jueza y la fiscal que más bien no sabía nada y funcionaba al dictado. Dijo que “con el devenir de todo el expediente es cuando se empieza a detectar que hay una invasión de dominio público y se acuerda a nivel político paralizar las obras”; que “le consta que hubo varios informes elaborados por los interventores formulando reparos durante el año 2006”; que el proyecto técnico que ella elaboró le vuelve en forma “de proyecto ejecutivo por parte del Ayuntamiento con la inclusión de la memoria, del pliego de condiciones, el presupuesto y los planos” que debía haber ejecutado el servicio del que Ariz era jefa; que cuando ella elaboró el informe “no sabía que existía acta de replanteamiento previa”.

En este punto, y a preguntas de la fiscal, la técnico reconoció que según la ley, es preceptiva un acta de replanteo previo, “que dice que la realidad física se corresponde con el proyecto y que debe estar antes de la ejecución de las obras”.

También declaró Ariz que Perrault elaboró un proyecto con una edificación “y no sabe qué referencias se tomaron para fijar la cota antes de elaborar el proyecto”, y que no le pidió a Candelaria Benítez, hija del alcalde de El Rosario Macario Benítez (PSC), y única técnico de los servicios jurídicos del Servicios de Proyectos Urbanos en los años en que el caso Teresitas se fragua, ningún informe sobre adecuación urbanística, sino que Candelaria se tenía que limitar a la memoria, pliegos de condiciones técnicas y precio, además de residuos y telecomunicaciones, pero no hizo caso.

Añadió Ariz en el juzgado que no sabía que Costas tramitaba un nuevo deslinde la playa en 2006, asunto que dice que no le compete, pero sí admite que, si bien no obligatorio, hubiera sido “conveniente” un informe técnico exhaustivo de cuál era la adecuación del proyecto al planeamiento (de las obras).

Es cuando se suspendieron las obras en el Mamotreto que Ariz asegura que se dio cuenta de faltaban los permisos pertinentes para la ejecución de todo el proyecto Perrault.

Ariz es desde hace 12 años jefa de Servicios de Proyectos Urbanos, Infraestructuras y Obras en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

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