Qué Leche, chef por un día con Jennise Ferrari
Jennise Ferrari, venezolana de nacimiento y canaria de adopción, 50% del Restaurante Qué Leche que comparte en trabajo y vida con su compañero Mario Ureña, ha lanzado una proyecto con el que llevaba tiempo soñando: compartir fogones enseñando a cocinar algunos platos pero sobre todo, haciendo disfrutar en torno a una buena mesa.
Domingo 8 de mayo, 11 de la mañana y el grupo de 4 personas del día de hoy nos encontrábamos en el Restaurante donde Jennise nos recibe contándonos la idea principal del curso. “La idea no es que salgamos profesionales de la cocina ni mucho menos, es un pequeño taller para compartir, pasarlo bien, que ustedes cocinen 100% práctico bajo mis indicaciones teniendo en cuenta que yo no cocino, ya que estoy aquí para ayudarles a que comamos en el día, tomemos un vinito y disfrutar”. Continuaba Jennise reiterando que “por favor, aquí no puede haber paranoias ni nervios a la hora de intentar hacerlo perfecto, que se equivoquen incluso es positivo porque les ayudaré a recuperar esos platos con los que a veces nos liamos en cocinas”. Terminaba recalcando que “este es un taller para disfrutar y que lo aprendido aquí lo pongan en marcha en sus casas, usando ingredientes que todos tenemos en nuestras casas y con recetas muy divertidas y que gustan mucho comer fuera de casa pero que tenemos reparos en elaborarlas en nuestras cocinas como puede ser un bacalao al pilpil, un steak tartar o un mix helado o crema de chocolate sobre un crumble de galletas elaborado todo por cada uno de ustedes”.
Los ingredientes todos de primera y que vienen incluido en el precio y algunos trucos y técnicas que en el papel sonaban bien pero que yo quería ver cómo ejecutar, como son el elaborar un buen pil-pil a partir del propio bacalao confitado, aprender a cortar una carne de cara a elaborar un steak tartar con su aliño correspondiente o la curiosidad de cocinar unos huevos a baja temperatura en casa sin necesidad de roner o similares. Como algo un poquito más técnico, aprender a usar el sifón, tan presentes en tantas casas y que suele estar arrinconado en una esquina y que aquí servirá para elaborar un snack de bienvenida a base de champiñones y espuma de batata del jable.
Éramos cuatro perfiles muy diferentes, yo acudí con mi mujer y mi hija de 11 años, por lo que también servía de test a la propia Jennise en esta segunda edición del taller a la hora de poder ir afilando el proyecto, siendo el cuarto miembro Laila Martin (@followthefoodie_gc), bellísima persona, norteamericana de nacimiento y canariona de vida, que de su propio bolsillo está dando a conocer a sus seguidores principalmente extranjeros rincones gastronómicos de nuestra isla.
El taller transcurre de manera tremendamente amena, el día se te pasa y no te das cuenta. Cada uno de nosotros va elaborando sus propios platos, con defectos y virtudes (ya sé que hacer una perfecta quenelle no es algo que se me dé bien) pero con un punto en común que teníamos todos, la felicidad absoluta por los resultados que íbamos consiguiendo y la magia que se crea en esas cuatro paredes cuando el buen hacer formativo de Jennise, ayudada en algunos momentos por Mario a la hora de enseñarnos a hacer el pilpil consiguieron que en el Restaurante Qué Leche la mesa del comensal sea especial. “La agasajada” es la cocinera y el resto nos reímos, disfrutamos y comemos lo que hemos preparado, probando todos los platos de cada uno de nosotros.
Al día siguiente hablaba con Jennise y le decía que nos brindó una jornada inolvidable para toda la familia y ella reflexionaba sobre el origen de esta propuesta. “Lo que más me agrada de todo esto es la parte emocional, porque al final la idea surgió cuando en la pandemia todos hacíamos cursos online o en YouTube y yo sentía que la gente necesitaba acercamiento, compartir y quitarnos el trauma de la distancia que nos ha impuesto esta enfermedad”. Terminaba afirmando que “esta energía que surgió de ustedes es la que ha sucedido en los 3 talleres que he hecho hasta ahora”.
Particularmente creo que a diferencia de otros cursos donde la finalidad es aprender y nada más, aquí experimentas una sensación única, compartir con los tuyos o en el grupo que te haya tocado uno de los actos más generosos del ser humano, hacer de comer para alimentar no solo el estómago, sino la maravillosa sensación de felicidad cuando eres capaz de superarte, aprender y hacer disfrutar a los que te rodean.
Si están interesados en vivir esta experiencia entra en la web www.restaurantequeleche.es, pincha en el link que pone “experiencia” y elige el taller de los domingos o el de los lunes por la tarde. Son diferentes, el primero de ellos consiste en una clase de cocina como la que les he contado hoy y el segundo (que ya estoy buscando fecha) en una clase más canalla con comida estilo mexicana a base de tacos o similares. El precio de los domingos es 100€ por persona y el de los lunes 60€ por persona e incluye la clase, la materia prima, la degustación de los platos y las bebidas que se consuman. Cada dos meses se cambiarán las temáticas de los cursos, es para un máximo de 4 personas y las plazas están abiertas hasta julio y ya después volverán en septiembre. Mi consejo es que no tarden si quieren vivir una jornada única en uno de los restaurantes más queridos y con más arraigo de los últimos años en la capital grancanaria, el Qué Leche, BIB Gourmand de la Guía Michelin en su día a día y que les hará sentirse cocineros de esa casa por unas horas en pleno corazón del barrio de Triana.
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