Jorge Hernández (Yrichen): “Me he sentido mendigo de la administración”

Jorge Hernández, sacerdote de Valsequillo y fundador de Yrichen (TXEMA SANTANA)

Txema Santana

Valsequillo —

Si no es marxista, lo parece. Reflexiona a la luz del pensamiento de Ernest Bloch y su estructura ideológica está apuntalada por Roger Garaudy. Hace unos días cumplió 60 años y la llegada del Papa Francisco le ha parecido un milagro. Dice que la iglesia canaria “sigue detrás de ritos y rituales que no son significativos para la gente”. Recibe en la parroquia de Valsequillo, a donde lo mandaron hace unos años. En el jardín habla de la mariposa monarca y muestra unas orugas. “Me emociona que la oruga se convierta en mariposa, me emociona la naturaleza”. Jorge Hernández (1955) acaba de llegar de enterrar a un vecino.

¿Qué te dice la muerte?

El elemento más definitivo que nos encontramos en la vida es la muerte. A mi la muerte me ayuda a vivir la vida como un regalo. Me sorprendo cada día deseando que tengo que hacer algo porque tengo a mucha gente que se ha quedado en el camino.

Te enfrentas a las consecuencias emocionales de la muerte.

Por supuesto, me tengo que enfrentar. Me enfrento a la muerte desde el dolor de los que la sufren. Tienes que mirar a los ojos y en ese momento ser capaz de tener una palabra de consuelo o esperanza. La muerte es un elemento con el que la gente sufre; hemos nacido amando la vida. Ponerme en el lugar del dolor me ha hecho más humano.

¿Duele más la muerte en una sociedad secular?

Vivimos en una sociedad capitalista con un concepto de la propiedad muy importante. También de la vida. La gente vive la vida como un derecho y la vida es un regalo. Vivir el asombro de cada mañana es saber que la vida es algo que no puedes comprar. Nos han inoculado el concepto de lo privado. No somos hijos de la muerte, sino de la vida. Y es ahí donde encuentro el principio de Esperanza.

Jorge Hernández se enfrenta a la muerte a menudo, cada semana y a veces más de una vez. En la distancia, pero por vocación cerca del dolor del que ha sufrido la pérdida. En este punto cita a al filósofo marxista Ernest Bloch, aquél de las utopías concretas y de El principio de Esperanza. Reflexiona un rato al respecto y concluye: “En el fondo nos resistimos a pensar que la muerte te destruye y es oscura. Hay que empezar a hablar de la luz”.

"Vivimos en una sociedad capitalista con un concepto de la propiedad muy importante. También de la vida. La gente vive la vida como un derecho y la vida es un regalo"

Bucea usted ¿Qué busca debajo del mar?

A mi el mar me despierta emociones. También me gusta el sentido de la amistad: tu compañero es tu vida. Los que buceamos tenemos un sentido de la amistad y el compañerismo muy importante.

¿Bergoglio o Ratzinger?

Estoy profundamente enganchado a la propuesta pastoral de Bergoglio. Es un milagro que este hombre haya aparecido. Pero el que dio la oportunidad a un papa como Bergoglio fue Ratzinger, que ha tenido la humildad de darse cuenta que no podía y...

¿Qué no podía?

No podía con la estructura vaticana. No podía con ella. Con el problema de la banca, de la pederastia, las intrigas cortesanas...su dimisión ha sido una gran oportunidad. Ratzinger ha sido una gran oportunidad para la iglesia. Siendo un gran intelectual, de pronto admitió que era un anciano que no podía.

¿Rezabas para que apareciera otro papa?

Sí. O había otra cosa o estábamos condenados a ser incapaces. Estoy convencido de que el que ha leído la encíclica Laudato Sí se encontró ante un documento revolucionario. El Papa Francisco cuestiona el sistema. Está haciendo propuestas de transformación estructural, a nivel ambiental y a nivel personal. Su propuesta de intervención está siendo valiente.

Al Papa Francisco le gusta decir que la Iglesia está “para dar al pueblo lo que el pueblo necesite” ¿Su pueblo en un momento dado necesitó Yrichen?

Yo creo que sí. Cuando llego a la parroquia de San Isidro, entre La Pardilla y Las Remudas, la heroína estaba haciendo estragos. Y llegó un momento que en la parroquia nos planteamos qué hacer. Yrichen nace del intento de respuesta de Cáritas ante un problema de drogadicción muy importante. De esto hace 26 años y el proyecto sigue en marcha.

¿Qué veía en el día a día de Las Remudas de finales de los 80?

A las familias, que sufrían porque sus hijos estaban hechos polvos.

"Yrichen nace del intento de respuesta de Cáritas ante un problema de drogadicción muy importante. De esto hace 26 años y el proyecto sigue en marcha"

¿Cuál era la reflexión?

Era más la delincuencia juvenil. Cada día había detenciones. No podía seguir así y no teníamos ni idea de cómo hacerlo.

Los jóvenes pasaban el mono en su casa ¿Cómo era?

Sí, los jóvenes pasaban el mono en mi casa. Era horrible. Noches y noches sin dormir. La metadona fue una liberación. Antes, para lograr que un chico dejara de consumir y se le acabara la ansiedad entra un tránsito muy duro, eran muchos días.

¿Se sintió solo?

En aquel momento la administración se dio cuenta de que estábamos haciendo un trabajo interesante y nos apoyaron. En esa época no me sentí solo. Me he sentido solo en otros momentos. Muchas veces me he sentido mendigo de la administración y es muy humillante. La administración, a veces, está a lo suyo. No obstante, generalmente me he sentido valorado.

"Los jóvenes pasaban el mono en mi casa. Era horrible. Noches y noches sin dormir. La metadona fue una liberación"

Hablemos de Cáritas. Tengo la sensación de que la caridad no es suficiente, pero sin la caridad es imposible. ¿Sobra asistencialismo en la Iglesia?

Creo que Cáritas es mucho más que eso. La Iglesia es verdad cuando los pobres son el centro de la Iglesia. Las cáritas no son solo las bolsas que se entregan, ahora mismo está muy centrada en la promoción de las personas. Cuando tenemos a la tercera generación poniendo la mano de la administración de servicios sociales o de las cáritas parroquiales algo hemos hecho mal. Hay que buscar nuevas fórmulas de promoción. El papel de la administración no es sacarse fotos con montañas de alimentos.

Le ha visto la cara a la crisis muchas veces...

Tiene nombre de mujer. Son las que, además, acaban dando la cara. Son las que cargan con más consecuencias de la situación de la pobreza. Muchas veces además de mujer, es la cuidadora. Y es la que es capaz de superarse a si misma e ir a decir: estamos mal en mi familia.

Siendo consciente de su importancia, ¿cuánto pierde la Iglesia por apartar a la mujer de la posibilidad de liderarla?

A mi me da muchísima pena. Cuando uno llega al Jesús histórico percibe que su forma de hablar con la mujer es terriblemente revolucionario ¿Qué nos ha pasado en la Iglesia? Deberíamos ser quiénes abanderáramos la promoción de la mujer.

¿Sería favorable a una mujer Papa?

Sería favorable a que la mujer tuviese un papel protagonista igual que el del hombre. ¿Qué hay que lo impida?¿Hay algo que diga que no puede ser así? Creo que la enfermedad del patriarcado que tiene toda la sociedad ha hecho un planteamiento de la mujer infantilizado. No entiendo por qué no puede haber mujeres sacerdotes o mujeres obispos. A veces la gente se ríe cuando defiendo esto y lo hacen con bromas machistas.

"No entiendo por qué no puede haber mujeres sacerdotes”

¿Por qué el veto a la homosexualidad de los prelados?

Ahí yo pido igualdad. Un sacerdote puede tener la tendencia sexual que desee, pero si dices que eres célibe, eres célibe. El homosexual y el heterosexual. El celibato debe ser libre. No tiene por qué estar unido al sacerdocio, respetando al que decide entregar toda su vida. El matiz es que si el celibato es la norma de todos, iguales. Tenemos que ser capaces de conseguir la libertad en el celibato.

¿Qué piensa de Rouco Varela?

Se debería jubilar un poco más. Es un personaje que ya no está. No me gusta ni su pensamiento, ni su forma de ser ni su estilo de pastoral. Debe estar enfadadísimo con el Papa Francisco.

La Iglesia en Canarias tiene que plantearse un acercamiento a los más empobrecidos; la iglesia canaria requiere ser una tienda de campaña, tiene que comunicarse y comunicar de una forma nueva y distinta. Seguimos detrás de ritos y rituales que no son significativos para la gente.

¿Cuándo lo mandaron a ser cura de pueblo se quedó contento?

Me asusté. Pensaba que era un tipo que olía a alcantarilla y urbano, pero Valsequillo me conquistó. Estaré aquí todo lo que pueda.

Son las siete y diez y un vecino se acerca a la casa del cura y le grita: “La iglesia está llena”. Jorge Hernández se altera y mira el reloj. La misa empezaba a las siete. Se había olvidado. Pide disculpas y sale corriendo.

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