Más de 54.000 personas en Canarias tienen COVID-19, el peor dato de toda la pandemia y aún sin el impacto de las fiestas navideñas
54.155 personas en Canarias pasarán el día de Reyes en cuarentena por COVID-19, una cifra que triplica la registrada durante la quinta ola de contagios, que batió récords en el Archipiélago el pasado verano y que marcó el peor registro histórico el 8 de agosto, con 16.016 positivos en coronavirus. Así las cosas, más de 53.000 isleños comerán el roscón aislados en sus domicilios, mientras que 427 se encuentran en planta hospitalaria y 60 en las Unidades de Cuidados Intensivos.
En total, se han reportado 170.025 contagios desde el inicio de la pandemia, el 7,8% de los 2.175.952 canarios. De ellos, 114.698 ya han superado la enfermedad y 1.172 han fallecido por la enfermedad. De hecho, este martes se batió el récord de muertes por COVID: 11 en solo 24 horas.
Por islas, Tenerife es la que más casos activos mantiene en estos momentos: 28.660, más de la mitad de los anotados en toda Canarias. Le sigue Gran Canaria, con 17.781 positivos; Lanzarote, 3.160; Fuerteventura, 2.715; La Palma, 1.514; La Gomera, 173 y El Hierro, 147.
Estos datos no se habían visto en ninguna de las olas anteriores, de hecho, basta con compararlos con el peor momento de aquella quinta ola: Tenerife, por ejemplo, presentó el 8 de agosto, 9.307 casos activos, tres veces menos de los que se sumaron este martes, 4 de enero. Gran Canaria, 5.927; Lanzarote, 163; Fuerteventura, 506; La Palma, 73; La Gomera, 28 y El Hierro, 12.
La previsión es que estos datos sigan ascendiendo en las próximas semanas por dos motivos, fundamentalmente: las fiestas de Nochebuena, Fin de Año y Reyes, y la variante ómicron, mayoritaria en las islas y mucho más contagiosa que las anteriores. Cabe la posibilidad de que esos incrementos comiencen a desvelarse la semana próxima, cuando se ha pautado el inicio de las clases. “Vamos a seguir subiendo en los indicadores en los días sucesivos”, adviritió este martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias. “Llevamos nueve semanas de incremento con especial intensidad. Estamos viendo los efectos de Nochebuena y nos quedan los siguientes días para ver los de Fin de Año”.
También cabe esperar que, tal y como ya ocurrió durante la tercera ola, el frenazo en el ritmo de casos activos se produzca en las dos últimas semanas de enero y principios de febrero. Todo dependerá, en gran medida, de cómo se gestione la vuelta a las aulas, prevista para el día 10 y con el mismo protocolo antiCOVID: la distancia interpersonal continuará siendo de 1,2 metros en lugar de 1,5 (como el curso anterior) y la mascarilla seguirá siendo obligatoria en interior y exterior.
Y entre tanto, la vacunación sigue su avance en las islas, amortiguando las peores consecuencias de la COVID. “La vacunación lo que está consiguiendo es que, con la ola más desmedida de todas las que hemos tenido hasta ahora, la presión hospitalaria se haya mantenido”, defendió el epidemiólogo e investigador predoctoral en la UAM, Javier del Águila. Aunque, también ha tenido algo que ver que las variaciones de ómicron produzcan efectos menos severos, recuerda la secretaria de la Sociedad Española de Inmunología, Carmen Cámara.
Cuarentenas de 7 días
El Ministerio de Sanidad y el conjunto de comunidades autónomas acordaron reducir la cuarentena de los positivos asintomáticos de COVID-19 a siete días. Mientras que las personas que sí padezcan síntomas tendrán que mantener el aislamiento de diez días.
Igualmente, los no vacunados que han sido contactos estrechos de un positivo también verán reducido su período de aislamiento hasta los siete días, en comparación con los diez de hasta ahora.
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