Acercan el barco incendiado a Gran Canaria para poderlo atracar
El pesquero ruso Oleg Naidenov, incendiado el pasado sábado en el Puerto de La Luz de Gran Canaria, está siendo acercado progresivamente a la isla en espera de que el fuego se dé por extinguido del todo y se pueda atracar para inspeccionarlo, ha informado a Efe Salvamento Marítimo.
Un remolcador de esta sociedad estatal ha ido trasladando el pesquero desde una zona a 20 millas al sur de la zona de Jandía de Fuerteventura en que estaba ayer hasta otra ubicada a 20 millas al sudeste de la costa del municipio de San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria, donde se encuentra actualmente, han precisado sus fuentes.
Sobre la evolución del incendio y sus efectos en el barco, han indicado que aún se aprecia algo de humo a bordo pero no llamas, y que el buque mantiene la misma escora y flotabilidad que el sábado, cuando se decidió proceder a su remolque mar adentro para prevenir posibles perjuicios para el Puerto de La Luz.
Y, ante el temor de que el suceso pudiera provocar algún daño medioambiental, debido a que sus depósitos de combustible estaban llenos porque estaba listo para hacerse a la mar cuando se declaro el incendio, han precisado que ni el personal del remolcador al que está enganchado ni el de los medios aéreos que lo controlan periódicamente han avistado ningún tipo de vertido de fuel.
El Oleg Naidenov fue arrastrado inicialmente en la madrugada del domingo fuera del puerto ante el riesgo de que virase como consecuencia de la gran cantidad de agua utilizada para apagar el fuego y posteriormente fue alejado de tierra y conducido hasta el sur de Fuerteventura, donde fue abandonado en alta mar sin ningún peligro para la navegación.
Se desconoce cómo puede evolucionar el buque, de grandes dimensiones, ya que en situaciones similares, a veces las embarcaciones han continuado ardiendo varios días y en otras, se han hundido rápidamente.
El pesquero se incendió hacia las 13.30 horas del sábado, cuando se encontraba atracado en el muelle Reina Sofía, sin que el fuego provocase daños personales.
El fuego se originó en una caldera de la sala de máquinas del barco, lo que provocó la evacuación de sus 72 tripulantes, que tuvieron que ser atendidos primero en el muelle y trasladados más tarde a un hotel.
El incendio provocó una gran humareda y un fuerte olor a quemado que se propagaron por toda la ciudad.
Con el fin de apagar el fuego, los bomberos actuaron desde tierra, mientras un barco de Salvamento Marítimo y varios remolcadores arrojaban agua sobre el buque desde el mar.
