El Gobierno tardó tres horas en declarar la alerta por lluvias
El Gobierno de Canarias declaró la alerta por lluvias tres horas después de que comenzara a llover en Gran Canaria y se colapsaran varias carreteras de la capital de la isla y del municipio de Telde. Fuentes del departamento de Emergencias consultadas por este periódico se justifican en que para decretar una alerta se basan en la información emitida por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). No obstante, la Aemet recuerda que desde el pasado martes decretó el aviso amarillo por precipitaciones y sostiene que no se debe restar importancia a ello.
En un comunicado de prensa emitido la noche de este jueves bajo el título “Nota informativa sobre las declaraciones de emergencias por la Dirección General de Seguridad y Emergencias”, el Gobierno de Canarias culpa a la Agencia Metereológica por haber emitido “el boletín oficial de fenómenos adversos de nivel Rojo y/o Naranja en el ámbito de Gran Canaria a las 09.15 horas”, lo que motivó que la Dirección General de Emergencias declarara la alerta por lluvias a las 09.37, cuando el caos ya se había apoderado de las dos ciudades más importantes de la isla.
La descoordinación entre las administraciones públicas canarias provocó que fueran los ayuntamientos los que tomaran la iniciativa para suspender las clases en la enseñanza no universitaria, como hicieron Telde y Las Palmas de Gran Canaria, mientras el Cabildo de la isla se instalaba por su cuenta en la declaración de los distintos grados de emergencia.
Cuando el Gobierno decretó la alerta por lluvias el caos ya se había apoderado de Telde y en parte de Las Palmas de Gran Canaria, y se habían tenido que cerrar los túneles de Julio Luengo y La Laja, con importantes retenciones de tráfico en las principales carreteras alrededor de la conurbación urbana de la capital.
Especialistas en emergencias se mostraron perplejos ante la pasividad gubernamental y destacaron que ante una alerta como la anunciada por Meteorología había que haber suspendido las clases para no poner en riesgo la integridad de las personas y evitar el caos circulatorio que se montó.
En el Cabildo de Gran Canaria se reprimían las reacciones, pero algún consejero no pudo exclamar informalmente que “si esto pasa en Tenerife, ruedan cabezas”.
“A medida que avanzó la mañana, la borrasca se nos venía encima y decretamos la alerta naranja”, destaca el portavoz de la Aemet, Jesús Agüera. No obstante, puntualiza que esta agencia ha ido publicando diferentes avisos a lo largo de este día.
Las lluvias que han afectado este jueves a la isla de Gran Canaria tienen su origen en una borrasca que afectó el pasado martes al Archipiélago. Para Agüera, se trata de un fenómeno “inusual” puesto que dicha borrasca se desplazó el miércoles a la Península y volvió durante esta jornada a la isla. “Es raro que vuelva a concentrarse en el mismo sitio”, puntualiza, por ello añade que “no se podía prever sus efectos”.
El meteorólogo explica que los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Telde han sido los más afectados por las precipitaciones por el hecho de que se concentró en estas dos localidades una gran nubosidad. Agüera expone que las nubes se encontraban bajas y fueron “muy eficientes”. Además, se estaban alimentando de una convergencia de humedad que unida a la acción del sol hizo que se intencificaran los chubascos.
La Aemet señala que las lluvias no abandonarán al Archipiélago hasta el próximo domingo. Durante este jueves ya no se esperan precipitaciones en Gran Canaria pero sí que se prevén en Tenerife.
Este viernes estarán en alerta naranja Fuerteventura y Lanzarote por precipitaciones pero Jesús Agüero insiste en que se debe tener en cuenta que el resto del Archipiélago estarán en aviso amarillo.
No se prevén fenómenos metereológicos adversos en el mar, ni rachas de viento. Tampoco se esperan tormentas con aparato eléctrico para las próximas horas en Canarias.
