El Ayuntamiento de LPGC investiga la existencia de dos listas de aspirantes a trabajar en el servicio de limpieza

Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. EFE

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha abierto una investigación interna por la existencia de dos listas de trabajadores aspirantes al servicio de limpieza de la ciudad. Ésta es una de las causas del caos que se formó hace unas semanas en el Consistorio capitalino por la falsa oferta de empleo que recibieron 162 personas.

El pasado 23 de febrero más de una decena de los afectados se presentaron en el pleno municipal para exigir la dimisión de la concejala responsable del área de Limpieza, Pilar Álvarez. Unos días antes, una trabajadora del servicio se puso en contacto con ellos y les preguntó si tenían el uniforme y si querían formar parte del equipo que comenzaría a trabajar el 1 de marzo hasta el 31 de enero. Pero la oferta de empleo era falsa.

“Se iniciaron las llamadas a los trabajadores y se les dio un mensaje erróneo de que se les iba a contratar cuando no había habido una instrucción directa”, ha explicado a Canarias Ahora la edil del grupo municipal Las Palmas de Gran Canaria Puede.

La representante de Equo en el tripartito con PSOE y Nueva Canarias relata que cuando se reguló el servicio, en 2001, se llamaba a los trabajadores mediante un sondeo en el INEM. Años después, en 2012, se reelaboró una lista de empleo y se seleccionó a las más de 2.000 personas que han pasado por el servicio. “En esa lista no había criterio en el orden de llamamientos ni para la duración del contrato y había un sistema que yo considero que en una administración pública no se debe mantener”, cuenta la concejala.

“Es un sistema de voz pública, el que todo el mundo sabe, yo he dejado en este año claro que eso no se hace así. Desde el primer día que entré di las instrucciones”, afirma la edil. Álvarez, que aclara que “no ha hablado hasta ahora porque no se había terminado de firmar los contratos”, explica que había un proyecto para el mes de marzo que llamaba “limpieza lineal”. La intención era contratar a este número de trabajadores pero hubo “un error de coordinación que es lo que estamos investigando internamente”.

La trabajadora municipal que hizo las llamadas, que supuestamente tenía que hacerlas para actualizar la base de datos de los trabajadores que formarían parte del futuro proyecto en otra bolsa de empleo, pudo confundirse y ponerse en contacto con empleados de la lista errónea. Cierto es que que esas personas “podrían haber entrado por el INEM o por los servicios sociales del Ayuntamiento si son usuarios”, manifiesta la concejala.

Álvarez asegura que “cuando se detectó la situación se valoró inmediatamente la dimensión del problema” y se reunieron en el Ayuntamiento para solucionarlo “sobre la marcha y continuar el proceso”. “A nadie se le llamó para decirle que no se le contrataba”, sentencia.

Ahora, una vez se ha formalizado el contrato de 143 personas (los restantes 19 aspirantes no se presentaron) comienza “un procedimiento para evitar que pase más”. “La situación es delicada y ha habido mucho revuelo y quizás también por el aprovechamiento partidista o de otros factores que no han favorecido para nada la incertidumbre de la personas que estaban pendientes de ser contratadas”, lamenta la concejala del área.

Además, el proyecto se había dimensionado a los 10 meses, “cuando en realidad era de seis, lo saben todos los trabajadores que han entrado en el servicio de limpieza, que han sido más de 800 desde 2007”, apunta.

Tras varias reuniones, este lunes los afectados han comenzado a trabajar limpiando las calles de distintos barrios de la ciudad con un contrato que durará hasta el próximo 4 de septiembre.

La concejala incide en que su objetivo es “llevar el servicio de limpieza al siglo XXI y mejorar las cifras de mejora de calidad”. Asimismo, recuerda que se ha invertido un tercio del dinero en renovar la flota y se está empezando a negocia la relación de puestos de trabajo, porque eso supondrá incrementos salariales y la declinación de funciones y la mejora de las fichas de cada puesto de trabajo.  

“Mi preocupación es esa y eso es lo que lleva el 99% del trabajo”, asegura Pilar Álvarez.

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