ATR-72, un clásico en la aviación regional con 38 accidentes en su historial, ninguno en Canarias

Se estrella un avión con unos 60 pasajeros a bordo en Irán

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

El avión ATR-72 siniestrado en Irán, en el que han perdido la vida 66 personas, es un modelo destinado a los vuelos regionales utilizado frecuentemente por aerolíneas para el transporte de viajeros en distintas comunidades del mundo, incluida Canarias. 

De hecho, opera mayoritariamente en la flota de Binter y es por el que ha optado la aerolínea Air Europa para llevar a cabo sus vuelos interinsulares, después de que el Gobierno central incrementara la subvención de los billetes hasta el 75%. El Archipiélago no ha registrado hasta la fecha ningún accidente de este tipo.

Sin embargo, los ATR son modelos que históricamente se sitúan por encima de la media en el índice de siniestralidad, pese a utilizarse en recorridos relativamente cortos. Según airfleets.es, refleja un total de 38 accidentes - no todos con víctimas - con lo que se sitúa solo por detrás del Boeing 737 (144), y del Boeing 747 (48). 

El departamento de Relaciones Públicas de la aerolínea iraní Aseman, propietaria del avión accidentado, precisó a los medios oficiales que los fallecidos son 60 pasajeros, entre ellos un niño, dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad.

Según recoge EFE, el avión, un ATR de veinte años de antigüedad, cubría la ruta doméstica entre la capital, Teherán, y la ciudad de Yasuy, en el sudoeste del país.

El portavoz de Emergencias iraní, Moytaba Jaledí, explicó que el aparato desapareció del radar unos 20 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Teherán y se estrelló en una región montañosa. El ATR chocó contra una montaña llamada Dena, de la cordillera Zagros, cerca de la localidad de Samirom, en el sur de la provincia central de Isfahán.

A la zona del siniestro, las autoridades enviaron helicópteros debido a que, al tratarse de una región montañosa, es difícil el acceso de ambulancias. Todo apunta a que el accidente estuvo causado por la climatología, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región.

Irán cuenta con una flota aérea obsoleta debido a años de sanciones internacionales y en la última década se han producido varios accidentes graves. El último tuvo lugar en agosto de 2014 en Teherán, en el que fallecieron 40 personas. Tres años antes, otro avión comercial se estrelló durante una tormenta de nieve en el norte de Irán, lo que provocó la muerte de 77 personas.

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