Dos meses en huelga y una cita pendiente con Sanidad: el bloqueo que alarga la protesta de los enfermeros de Cardiología del Hospital Doctor Negrín

Hospital Doctor Negrín, Las Palmas de Gran Canaria. (Alejandro Ramos)

Natalia G. Vargas

Las Palmas de Gran Canaria —

Ocho semanas en huelga no han sido suficientes para resolver las condiciones laborales que enfrenta el personal de enfermería de la Unidad de Cardiología y Hemodinámica del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín desde que se implantó el Código Infarto de Canarias (CODICAN). Jornadas “maratonianas” de 20 horas sin relevos y un aumento “del 300%” en las urgencias de esta área son algunas de las situaciones que denuncia la plantilla desde que el exconsejero de Sanidad, José Manuel Baltar, implantó este programa en junio de 2018, dirigido a reducir la mortalidad y las secuelas de quienes sufren infartos, pero que, con el mismo número de trabajadores, ha multiplicado el volumen de trabajo de enfermeros y auxiliares.  

El gobierno de Coalición Canaria se desentendió del conflicto, escudándose en el poco tiempo de legislatura que le quedaba al Ejecutivo con motivo de las elecciones autonómicas del pasado 26 de mayo. “Nos han dicho que tenemos razón, pero que para el tiempo que quedaba, mejor pidiéramos cuentas al próximo Gobierno”, reveló a este periódico uno de los miembros del comité de huelga, Miguel Ángel Silva. Con el testigo en manos del PSOE, la situación permanece bloqueada. 

“La actual consejera de Sanidad, Teresa Cruz Oval, se puso en contacto con nosotros desde el primer momento de su toma de posesión el 23 de julio, para ofertarnos una reunión y buscar una solución al conflicto una vez estuviesen nombrados todos los cargos directivos del Servicio Canario de Salud”, explica el colectivo de Enfermería. El 30 de agosto, el Gobierno de Canarias publicó en el Boletín el nombramiento de cinco directores y directoras generales del SCS. Trece días después, el personal no ha recibido ninguna citación. 

El comité de huelga se reunió este martes 11 de septiembre para valorar la situación. El balance de la protesta contabiliza 500 pacientes afectados, al ver aplazadas o suspendidas temporalmente las pruebas para las que estaban citados, y ocho semanas de huelga indefinida convocada todos los lunes y martes de 9.00 a 15.00 horas. “Es necesario dejar constancia de que sí se han atendido todas las urgencias vitales”, especifica el colectivo.

Sin embargo, la falta de respuestas ha conducido al personal de Cardiología a anunciar que, lejos de retomar su actividad laboral con normalidad, los profesionales se han visto “obligados a endurecer las condiciones de protesta” sin descartar “medidas de presión de mayor intensidad”. 

El personal de enfermería también rechaza la “discriminación” que sufren respecto al “estamento médico”, ya que estos sí han duplicado el número de su plantilla, pasando de uno a dos sanitarios por equipo de trabajo. “Ellos sí pueden turnarse”, explica Silva. Por el contrario, los profesionales en huelga han tenido que combinar, con el mismo número de trabajadores, la atención de las urgencias hemodinámicas (shocks, etc.) con el nuevo programa, dirigido a los pacientes con síntomas de infartos agudos de miocardio. Esta distinción, sumada a las condiciones laborales y a la desidia que desde el primer momento presentaron, según el comité de huelga, tanto la Gerencia del Hospital como SCS han conducido a la plantilla a “ponerse en pie”.

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