Científicos españoles describen el papel de la dopamina en la regulación del sueño

MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

Un grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) ha descubierto una nueva función del neurotransmisor dopamina, relacionada con el control de la regulación del sueño. Según el estudio, la dopamina actúa en la glándula pineal, fundamental para dictar el 'ritmo circadiano' en los seres humanos -la serie de procesos biológicos que permite a la actividad cerebral adaptarse a la hora del día (es decir, a los ciclos de luz y oscuridad).

Los investigadores del CIBERNED, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, a través del Instituto de Salud Carlos III, y de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, han publicado sus hallazgos en la revista 'PLoS Biology'.

Todos los animales responden a los ciclos de luz y oscuridad, mediante el sueño, la alimentación, alteraciones de la temperatura corporal, y otras funciones biológicas. La glándula pineal traduce las señales de luz, recibidas por la retina, en un lenguaje comprensible para el resto del cuerpo; por ejemplo, mediante la síntesis de la hormona melatonina, que es producida y liberada por la noche, y que ayuda a regular la actividad metabólica del cuerpo durante el sueño.

Otra hormona, la norepinefrina, está involucrada en la regulación de la síntesis y liberación de la melatonina en la glándula pineal -las funciones de la norepinefrina se llevan a cabo a través de la unión de sus receptores a las membranas de las células. Hasta ahora, se creía que estos receptores de norepinefrina actuaban de forma independiente. Sin embargo, en el nuevo estudio, los investigadores han descubierto que este no es el caso. De hecho, estos receptores colaboran con otros receptores de dopamina, formando 'heterómeros'.

Cuando la dopamina interactúa con estos receptores, inhibe los efectos de la norepinefrina, lo cual disminuye la producción y liberación de melatonina. Curiosamente, los investigadores observaron que estos receptores de la dopamina sólo aparecen en la glándula pineal hacia el final de la noche, cuando el periodo de oscuridad termina.

Por lo tanto, según concluyen los científicos, la formación de estos heterómeros es un mecanismo eficaz para detener la producción de melatonina cuando el día comienza, y 'despertar' al cerebro.

“Estos resultados son interesantes porque muestran el mecanismo por el cual la dopamina puede inhibir, directamente, la producción y liberación de una molécula, la melatonina, que induce a la somnolencia y prepara el cuerpo para el sueño”, explica el doctor McCormick.

El descubrimiento de esta nueva función de la dopamina podría ser muy útil en el diseño de nuevos tratamientos para ayudar a mitigar las alteraciones del ritmo circadiano, como las relacionadas con el 'jet lag', las que sufren las personas que trabajan de noche, y los casos de trastornos del sueño en general que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afectan al 40 por ciento de la población mundial.

Por otro lado, se sabe que las alteraciones del ritmo circadiano también puede producir alteraciones en el índice de masa corporal, y conducir a trastornos de conducta que afectan a una de cada cuatro personas, por lo menos, una vez en su vida.

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