Colectivos homosexuales tachan de ''retrógrado'' al obispo de Tenerife

Los colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (lgtb) de Canarias (Algarabía, Altihay, Gamá y Lánzate) lamentan “profundamente” el “tono y contenido” del mensaje del obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, quien en una reciente entrevista afirmaba que la homosexualidad “perjudica a las personas y a la sociedad”. Para estas asociaciones, lo dicho por el obispo “representa las posturas más retrógradas de la Iglesia Católica”, al tiempo que denuncian “todo intento de crispación social que ciertos sectores realizan al lanzar mensajes llenos de odio como éste”.

Los colectivos Algarabía, Altihay, Gamá y Lánzate subrayaron que Álvarez “se confunde cuando opina que no es políticamente correcto hablar de la homosexualidad como una enfermedad porque no es cuestión de corrección al hablar, sino de manejo de la información y adecuación a los tiempos. De la misma forma que en la actualidad, nadie en su sano juicio defendería teorías del pasado como la supremacía de la raza blanca, del hombre sobre la mujer o la inconveniencia de los matrimonios interraciales”. Añadieron que éstos son “argumentos defendidos en otros tiempos por sectores de la Iglesia y sobre los que ha sabido modificar su discurso”.

Los colectivos canarios recordaron las palabras del secretario de Comunicación del Área de Asuntos Religiosos de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, Juan Antonio Férriz, quien señaló que el término “enfermedad” es “muy utilizado, también por la Iglesia” para relacionarlo con la homosexualidad. En este sentido, precisó que el concepto de homosexualidad no se utiliza hasta que Freud inició su estudio del psicoanálisis y el conocimiento del comportamiento humano.

“El término homosexualidad surge para definir una patología en contraposición con la heterosexualidad. A partir de ahí, distintos estudiosos del tema han intentado corregir la conducta homosexual. Durante el siglo XX surgen nuevas ideologías que plantean la homosexualidad como una variedad más de la sexualidad humana, lo que comienza a transformar el concepto y a cambiar mentalidades. Finalmente, en 1993, la Organización Mundial de la Salud excluyó la homosexualidad del listado de enfermedades psicológicas, pero la Jerarquía Católica sigue entendiéndolo como desorden emocional o inmadurez de la personalidad, y así lo manifiesta abiertamente en todos sus comunicados”.

“Otra Iglesia es posible”

Las asociaciones lgtb del Archipiélago destacaron también destacaron a las mujeres lesbianas cuando se habla de homosexualidad, “y no por querer ser otro blanco de dardos dañinos, sino por representar fielmente nuestra sociedad y realidad actual”. Los cuatro grupos dijeron ser “conscientes” de la proximidad en fechas de la manifestación en Madrid a favor de las familias tradicionales y sostuvieron que tras ella “sólo hay un caduco intento de volver a lanzar falacias y calumnias sobre la realidad homosexual: sobre la vida de millones de lesbianas y gays españoles”.

Ante este “ataque”, estas asociaciones aseguraron que desean transmitir a la ciudadanía la “tranquilidad y certeza” de su mensaje. De hecho, hicieron hincapié en que, cada día, sus familias comparten con el resto de tipos de familia “la realidad diaria como mejor ejemplo de la calidad de la sociedad que tenemos”.

Asimismo, quisieron recordar que las personas homosexuales y bisexuales llevan “siglos luchando” para alcanzar los “niveles de comprensión y afecto” con que cuentan actualmente. Remarcaron que el 70% de la población les “entiende y apoya”, según las últimas encuestas del CIS. “Sabemos que la cifra irá aumentando hasta la erradicación de la discriminación por orientación sexual de la mentalidad de nuestras sociedades”, expusieron.

Algarabía, Altihay, Gamá y Lánzate esperan que los sectores de la Iglesia a los que “representa” Bernardo Álvarez “frenen su alocada lucha por calumniar a lesbianas, gays y bisexuales en pro de una verdadera escucha de sus también feligreses lgtb”. Consideran que “en estos momentos, sólo la homofobia que esta parte de la Iglesia representa es a quien se puede achacar el supuesto sufrimiento que dicen que viven los homosexuales y bisexuales”.

Por último, afirmaron que “otra Iglesia existe y es posible”. Recordaron un fragmento del pregón de navidad de la Confederación Española de Religiosos y Religiosas.

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