El Diputado del Común abre una investigación de oficio sobre el caso del noruego atrapado por unas escaleras en Mogán

Per H. Pettersen junto a las escaleras que le aíslan en el barrio de Loma Dos, en Mogán.

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

El Diputado del Común, Rafael Yánez, actuará de oficio en el caso del noruego que vino huyendo del frío de su país a Gran Canaria y está atrapado detrás de 36 escalones. Per H. Pettersen llegó a Loma Dos, en la localidad de Arguineguín, con el convencimiento de que el clima le vendría bien para la enfermedad neurodegenerativa que padece. Sin embargo, las barreras arquitectónicas que existen en esta zona residencial y la inacción del Ayuntamiento de Mogán le ocasionan más problemas que beneficios. En su situación se encuentran muchos vecinos y vecinas del barrio -la mayoría de origen noruego-. Tras conocer la noticia publicada el pasado sábado en Canarias Ahora, el órgano que ejerce de intermediario entre los ciudadanos y las administraciones públicas pedirá los informes al Consistorio sureño.

Pettersen compró una vivienda en Loma Dos en 2014. Ya era consciente de la enfermedad que padecía, pero nunca creyó que fuera a avanzar tan rápido. En su momento llegó a pensar que los 36 escalones que le separan de la zona comercial de Arguineguín le vendrían bien para ejercitarse y darle movilidad al cuerpo. Hoy son su mayor obstáculo. Su vida en la Isla es cada día más difícil llegando a plantearse vender la vivienda e irse de Mogán.

Lo cierto es que el noruego no es el único vecino afectado por la inaccesibilidad de este barrio. Hay muchas personas mayores a las que cada vez les cuesta más bajar y subir por las escaleras, muchos padres y madres con carritos de bebés e, incluso, jóvenes con bicicletas.

El 14 de marzo de este año, una de sus vecinas, Paulina Martínez, que domina a la perfección los dos idiomas, dio registro de entrada en el Ayuntamiento de Mogán a una petición, avalada por la firma de muchos vecinos y vecinas del barrio, en la que se reclamaba la construcción de una rampa, para la que existe un espacio habilitado, que les facilitara la vida. El Consistorio aún no ha respondido a esta solicitud.

Ante la falta de respuesta de la administración pública, la petición se envió de nuevo el 12 de noviembre. El alegato fue complementado con el escrito de un vecino en el que hace alusión a todas las barreras arquitectónicas a las que se enfrenta la sociedad. En el documento se recuerda que en el barrio viven muchas personas para las que estos 36 escalones se convierten en un desafío diario.

Este martes se ha conocido que el Diputado del Común actuará para tratar de encontrar una solución a este problema de inaccesibilidad que afecta a los residentes de la zona. La noticia ha caído como agua de mayo en el barrio sureño. “Se me pone la piel de gallina, que alegría”, celebra Martínez al conocerla. “Ojalá sirva para algo”. La vecina no ha podido ocultar su satisfacción: “Se los voy a decir, se van a quedar muy contentos”.

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