Las personas con movilidad reducida lamentan su ubicación en el Festival Sun & Stars Gran Canaria

Silvia Santana, una de las afectadas de la zona por la ubicación de las personas con movilidad reducida del Sun & Stars Festival.

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

0

El Festival Sun & Stars Gran Canaria, celebrado el pasado sábado en el Estado de Gran Canaria, ha dado mucho que hablar en las redes sociales en estos días, entre otros asuntos, por la ubicación que se le dio a las personas con movilidad reducida (PMR). En la sexta planta, muy lejos del escenario, donde no se veía nada y con muy mala acústica, así define la zona Silvia Santana, una de las afectadas. “Después de dar muchas vueltas nos pusieron allí, se acordaron en el último momento de las personas con discapacidad”, asegura. Sin embargo, uno de los organizadores del espectáculo, Alejandro Duque, asegura que esa localización fue la establecida en el plan de evacuación del recinto desde un principio.

Silvia Santana reconoce que a raíz de lo sucedido el sábado se le han quitado las ganas de ir de nuevo a un concierto. Cuando se enteró del cartel de artistas que venían a la isla decidió comprar las entradas para ir al festival a través de una plataforma digital, verificando que desde la misma página del festival se ofertaban pases para PMR.

Llegó el estadio acompañada de su marido y unos amigos y ya desde la entrada comenzaron los obstáculos. Accedió por una zona habilitada para PMR y, una vez allí, uno de los trabajadores de seguridad le indicó que se dirigiera a la zona VIP para bajar a la pista por los ascensores. “Bajé y llegué a unos almacenes, una zona sombría, detrás del escenario, justamente donde había una salida de evacuación por la que cabían dos camiones”, detalla.

Ya con la ilusión de estar lo más cerca posible del escenario, se le volvió a truncar al encontrarse con uno de los trabajadores y negarle el acceso. “Mi marido habló con él y le dijo que se pusieran de acuerdo, que estábamos para arriba y para abajo y nadie sabía nada”, cuenta. Ante esa situación volvió a subir y le indicaron el camino hasta la sexta planta, “de allí no se veía nada y apenas se escuchaba la música porque se distorsionaba muchísimo”. “Era una zona horrible, con todas las sillas de ruedas apiñadas, el escenario se veía pequeñito y a los cantantes ni se les veía”, asegura. Desmoralizada, Santana acabó marchándose del estadio. “La música se escuchaba mejor en la radio”, asegura.

Además, Santana lamenta que puso una hoja de reclamaciones a la organización del espectáculo por lo sucedido pero no había ningún responsable que se la sellara. “Me marché sin el sello, me imagino que así no voy a llegar muy lejos”.

En la misma situación se encuentra Miriam Medina, quien lamenta que ese fuera el lugar que la organización había reservado para la personas con movilidad reducida. “Si fuera gratis me callo, pero yo pagué como todo el mundo”. Medina asegura que se sintió decepcionada al ver la ubicación escogida y cree que se debería tener en cuenta para futuros conciertos.

Además, afirma que habías muchas personas que compraron las entradas en grada y desde la organización se les permitió bajar a la pista. “Dejaron bajar a todo el mundo menos a mí”, bromea.

A todo esto, Duque explica que el plan de prevención del recinto indica que la evacuación se hace de forma ascendente, desde abajo hacia arriba por las escaleras. “Evidentemente no se puede evacuar a una persona en silla de ruedas por las escaleras”, insiste, sobre la salida de emergencia que se encuentra en una de las esquinas del campo, señala que “está por detrás del escenario”, por lo que no se contemplaba esa opción.

“Teníamos una puerta habilitada para PMR, estaban lo más cerca a esa puerta y a los baños para PMR”, afirma. El organizador señala que esa zona se habilitó especialmente para ellos, ya que se encontraba debajo de la tribuna evitando que les diera el sol. “Quiero que entiendan que no es decisión nuestra sino que el plan de seguridad”.

Santana cree que se pueden buscar otro tipo de soluciones que no pasen por dejarles en el último rincón. “Había pagado una entrada en pista y donde me pusieron no veía nada, esto no puede volver a pasar”, insiste. “Quiero que se conozcan los casos para que no se vuelven a repetir, que se tenga en cuenta que tenemos problemas, aparte de los de la vida cotidiana y nos crean una nueva preocupación”.

Etiquetas
stats