Gran Canaria estudiará su vulnerabilidad frente al cambio climático

El consejero de Energía del Cabildo de Gran Canaria, Raúl García Brink. EFE/ Elvira Urquijo A.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Gran Canaria contará a partir del próximo verano con un diagnóstico sobre vulnerabilidad frente al cambio climático que se pretende que sirva de herramienta para definir acciones que reduzcan los riesgos derivados de ese fenómeno, en el marco del una iniciativa liderada por el Cabildo de la isla.

La elaboración de dicho diagnóstico y de un inventario de las emisiones de gases de efecto invernadero en el territorio insular son dos de los primeros pasos que se darán dentro del llamado Pacto de los Alcaldes por el Clima y la Energía Sostenible, que, como desarrollo de una iniciativa europea, promueve el Cabildo, según ha destacado este lunes su consejero de Energía, Raúl García Brink.

El consejero ha invitado a sumarse a todos los ayuntamientos grancanarios a este proyecto de la corporación con el argumento de que en la lucha contra el cambio climático “nos estamos jugando mucho”, ya que, de acuerdo a previsiones científicas, “para el año 2100 no podemos sobrepasar, a nivel global en el planeta, un aumento de dos grados de temperatura media”.

“Porque, si no, probablemente tendríamos problemas, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista sanitario, muy difíciles de afrontar para la humanidad”, ha sentenciado.

García Brink ha hecho estas declaraciones con motivo de la celebración este lunes de una reunión con representantes de los diez primeros municipios de la isla que han suscrito ese pacto, una sesión convocada para avanzar en los trabajos que ha proyectado al respecto el Cabildo, que tiene el propósito de que el resto de ayuntamientos se vaya sumando progresivamente a sus planes.

“Esperamos que, de aquí a unos meses, estén todos los municipios adheridos”, pero se ha decidido no esperar a que los que faltan den el paso porque “ya teníamos un grupo de diez municipios, teníamos presupuesto y teníamos, por lo tanto, las posibilidades de empezar a trabajar”, ha explicado el consejero.

García Brink ha avanzado que a los ayuntamientos se les solicitará su colaboración para poder redactar un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible en cada uno de los municipios, que contarán en esa tarea con el asesoramiento de un grupo de ingenieros que, tras recibir una formación específica adaptada a las necesidades de esa tarea, pondrá a su disposición el Cabildo.

Facilitar al Consejo Insular de la Energía una serie de datos que se requieren para que los técnicos puedan ir elaborando ese plan y facilitar un lugar de trabajo para el ingeniero que se destine a su municipio son, básicamente, las misiones que tendrá, en principio, cada una de las corporaciones locales, ha anticipado.

Y ha insistido en la importancia de contar cuanto antes con ese plan, que “será la guía, la hoja de ruta de cada ayuntamiento para conseguir ese 40% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030” que se ha fijado como objetivo en la Unión Europea.

En ese documento, “cada ayuntamiento se tiene que marcar unos objetivos estratégicos muy claros para el fomento de las energías renovables y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, y, por lo tanto, para que su municipio sea más sostenible”, ha añadido.

Además, los ayuntamientos deberán comprometerse a emprender luego acciones de mitigación de los efectos climáticos en cada uno de los municipios, ha subrayado el responsable insular de Energía.

El consejero ha matizado que la labor de las administraciones locales en favor del medio ambiente será, en cualquier caso, limitada, en la medida en que solo podrá afectar al espacio y a las materias que sean de su competencia, si bien ha sostenido que, aunque la capacidad de un ayuntamiento, “evidentemente, no lo abarca todo”, conseguir su implicación es una meta sustancial.

Ya que incorporar en la lucha contra el cambio climático a esas corporaciones y lograr que, al hacerlo, sirvan de ejemplo a los habitantes y las empresas afincadas en sus municipios “son pasos fundamentales que hay que ir dando en este sentido”, entre otras cosas porque se trata de “las administraciones más cercanas a los ciudadanos”, ha recalcado.

Por todo ello, Raúl García Brink ha apostado por sumar a la iniciativa a los ayuntamientos de la isla que aún no han suscrito el pacto, que representan, de hecho, a la mayoría de la población de Gran Canaria.

Los diez que ya se han adherido a él, que son los de Agüimes, Firgas, Gáldar, Ingenio, Moya, Santa Brígida, Tejeda, Telde, Valleseco y Valsequillo, agrupan, según ha precisado, a algo más de 200.000 habitantes, cuando en la isla hay más de 800.000.

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