La Iglesia incrementa un 56% los recursos para asistencia por la crisis

MADRID, 15 (EUROPA PRESS)

La Iglesia católica ha incrementado en un 56,5 por ciento el gasto corriente para actividades caritativas y asistenciales destinadas a la población más vulnerable como consecuencia de la crisis económica, según la 'Memoria Anual de Actividades de la Iglesia en España en 2010', que este viernes ha hecho pública la Conferencia Episcopal Española (CEE).

En 2010, fueron atendidas 4,1 millones de personas en un total de 5.258 centros sanitarios de formación o asistenciales, como comedores sociales, centros de acogida, de promoción laboral o de víctimas de violencia, de rehabilitación a drogodependientes, orfanatos, guarderías, entre otros.

Se trata de una cifra, según ha indicado el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, que “no ha dejado de aumentar en los últimos años” y que crece un 14,2 por ciento con respecto a 2009. “No hay más remedio. La gente necesita dormir y comer”, ha añadido.

Por su parte, Cáritas y Manos Unidas destinaron en 2010 a esta actividad caritativa y asistencial 247,5 y 51,2 millones de euros, respectivamente. Así la primera, atendió a 6,4 millones de personas gracias a los 66.326 voluntarios (el 93% de la plantilla). Manos Unidas, por su parte, atiende a 8,3 millones de personas en los 641 proyectos que esta ONG tiene en 55 países, a través de 4.630 voluntarios.

En este documento, la Conferencia Episcopal destaca que cada euro invertido en la Iglesia rinde como 2,35 euros en su servicio equivalente en el mercado. Según este portavoz, esto es posible gracias a la “entrega generosa” de las personas que trabajan en la Iglesia, como los sacerdotes, cuya remuneración es inferior, por número de horas, a la de otra que trabaja fuera de esta institución.

10 MILLONES DE PERSONAS VAN A MISA

Respecto a la actividad litúrgica de 2010, la Conferencia Episcopal destaca en este documento que la Misa congrega semanalmente a 10 millones de fieles, una cifra, a juicio del vicesecretario económico de esta institución, mayor que la de cualquier acontecimiento deportivo. “No hay una acto que haga que cada semana salgan diez millones de personas a la calle”, ha apostillado.

A esta asistencia a Misa se suman los 349.820 bautizos, 280.654 primeras comuniones, 100.006 confirmaciones, 74.289 bodas, 309.458 exequias y más de cinco millones de eucaristías, unos datos que demuestran, según Giménez Barriocanal, que “la Iglesia sigue teniendo una importantísima penetración y repercusión social”.

Los 60.917 religiosos, 70.000 catequistas, 19.892 sacerdotes y las 22.851 parroquias, con sus voluntarios y seglares, dedicaron un total de 45 millones de horas a su actividad pastoral y evangelizadora --administración de sacramentos o catequesis--. Esta prestación de horas de trabajo supondría, según la Conferencia Episcopal, un coste de 1.971 millones de euros en el mercado, pero para la Iglesia se reduce a 838 millones, es decir, 1.133 menos. Por eso, argumenta que cada euro invertido, rinde más del doble.

Este portavoz económico de la Conferencia Episcopal ha subrayado que la actividad pastoral de la Iglesia también es “asistencial”, sobre todo, en la situación actual de crisis. Según ha afirmado, “mucha gente desesperada y angustiada acude a las parroquias no sólo en busca de alimentos, sino también de palabras de esperanza y consuelo”.

MENOS RECAUDACIÓN PERO MÁS DECLARACIONES A FAVOR

En cuanto a la asignación tributaria, la Iglesia no fue ajena a la caída de la recaudación global a nivel estatal y obtuvo por esta vía 248,6 millones de euros en 2010, 1,3 millones menos que el año anterior. Sin embargo, aunque se presentaron 32.605 declaraciones menos en total en España, sí crecieron las destinadas a favor de la Iglesia un 35,7 por ciento respecto a 2009, es decir, 194.685 más.

El Fondo Común Interdiocesano (FCI), que se constituye a partir de la asignación tributaria y las aportaciones de las diócesis, contó con 227,9 millones de euros, de los que 32,4 se destinaron a la Seguridad Social de sacerdotes y obispos, centros de formación eclesiásticos, a la Conferencia Episcopal, actividades pastorales en España y en el extranjero, a la Conferencia de Religiosos, entre otros.

Los 195,4 millones restantes del FCI se distribuyeron en las diócesis para su organización económica y para atender a sus necesidades generales, sin estar asignadas a un fin concreto. Aquellas con menor capacidad de obtención de recursos reciben hasta el 50 por ciento del presupuesto total. “Se trata de un modelo basado en la solidaridad y comunicación de bienes”, ha explicado Giménez Barriocanal.

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