Medio Ambiente no ha pagado aún a técnicos que combatieron el vertido de fuel del ‘Oleg Naydenov’ en 2015

Tortuga manchada de combustible del 'Oleg Naydenov' (CANARIAS AHORA)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

Los técnicos que conformaron el equipo encargado de coordinar al voluntariado y el rescate de fauna durante la crisis generada por el vertido de fuel del pesquero ruso Oleg Naydenov, hundido a 27 kilómetros de la isla de Gran Canaria en abril de 2015, no han cobrado aún por los servicios prestados. Trece meses después de que finalizaran los trabajos, el Ministerio de Medio Ambiente sigue sin pagar a cuatro profesionales de este grupo -el director renunció a percibir una remuneración- y a la empresa que desarrolló la página web y se ocupó de la logística (oficina, alojamiento, materiales, vehículos...), a pesar de que estos ya han emitido hasta cinco facturas y han aportado numerosa documentación a la administración.

La deuda con el denominado Grupo de Rescate de Fauna y Apoyo al Voluntariado (GRFAV) asciende a 23.381 euros. Los técnicos independientes, que trabajaron 22 días de forma ininterrumpida desde que recibieron el encargo del Gobierno central, han decidido demandar a los responsables políticos del Ministerio en la gestión del vertido del buque.

Sospechan que detrás de este impago se encuentra la disconformidad con el contundente informe final que elevaron el 12 de mayo de 2015, un documento muy crítico con la actuación del Ejecutivo durante la emergencia. “Somos conscientes de que las conclusiones no gustaron al Gobierno, pero obedecemos a un criterio de objetividad”, ha declarado a este periódico uno de los trabajadores afectados, que recuerda que entre Fomento y Medio Ambiente se han gastado más de 40 millones de euros en taponar las fugas del buque, que extendieron una mancha de fuel por una franja de seis kilómetros de largo y dos de ancho.

El pesquero naufragó cerca de la costa sur de Gran Canaria el 14 de abril de 2015, tres días después de que se declarara un incendio en su interior cuando estaba atracado en el Puerto de La Luz y de Las Palmas. El buque en llamas había sido remolcado a alta mar y paseado por aguas de alto valor ecológico, por una zona de paso de cetáceos y aves marinas. Ante la amenaza de que el fuel que vertía el Oleg Naydenov llegara a la costa, como finalmente sucedió, los ministerios de Medio Ambiente y Fomento recurrieron al naturalista Ezequiel Navío,  experto en la lucha contra las mareas negras y uno de los líderes de la oposición social e institucional a las prospecciones petrolíferas en el Archipiélago, para que coordinara los trabajos de rescate de fauna y constituyera un equipo de voluntarios para acometer la limpieza de un eventual derrame. Navío, que entonces asesoraba al Cabildo de Lanzarote, renunció a cobrar por estos trabajos.

Nada más constituirse, el equipo técnico liderado por Navío reforzó la capacidad veterinaria de recogida de animales afectados por el fuel y diseñó un operativo de voluntariado con más de 600 personas interesadas en participar en los trabajos de rescate de fauna y detección de fuel en la costa. Entre ellas, más de 150 realizaron un curso de la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias que les capacitaba para participar en las tareas de limpieza. “A pesar de este esfuerzo, ninguna de las personas voluntarias fue movilizada por decisión expresa de los gobiernos  responsables de la gestión de la crisis, siendo reiteradas las peticiones que formuló el GRFAV para que los voluntarios formados efectuaran ensayos para el reconocimiento de costas contaminadas y refuerzo en la recogida de fauna”, exponen los demandantes en su escrito.  

El informe final de este grupo constata no sólo cuantiosas deficiencias en la toma de decisiones, sino también la falta de respuestas efectivas a las propuestas de gestión del voluntariado, lo que conduce a la conclusión de que Canarias “no está preparada para responder y combatir de manera rápida, efectiva y coordinada una marea negra o tóxica que alcance las costas de las islas, independientemente de su magnitud”.

El equipo técnico denunció entonces que la velocidad en las intervenciones no se adecuaba a la urgencia de la situación, que la coordinación con los ayuntamientos no había sido la apropiada, puesto que no recibieron los protocolos de actuación hasta transcurridos siete días desde la llegada de fuel a la costa, o que la ciudadanía no había recibido en tiempo y forma información básica sobre los efectos del derrame y cómo intervenir, exponiéndose al hidrocarburo durante días sin recibir indicaciones y sin equipos de protección adecuados.

“Varias toneladas de fuel fueron literalmente abandonadas en sacas en el interior de una nave de Mogán”, exponen los técnicos, que recuerdan que fue la actual alcaldesa de este municipio del sur de Gran Canaria, Onalia Bueno, quien solicitó ayuda al director del equipo para “solventar la retirada y el correcto tratamiento de los residuos tóxicos abandonados por las administraciones competentes, que se habían desatendido por completo”.

Los técnicos independientes también inciden en que las administraciones no les prestaron apoyo logístico para trabajar en los lugares afectados por el vertido ni para ayudar en la organización de las charlas públicas informativas. Tampoco se les facilitó una oficina para poder operar y se tuvieron que pagar de su bolsillo las dietas y desplazamientos, añaden.

“A pesar de la crisis del Oleg Naydenov y de otras mareas negras anteriores, Canarias permanece a día de hoy sin un protocolo efectivo para actuar de manera rápida y coordinada en caso de una nueva marea negra o tóxica”, lamentan.

Este periódico se puso en contacto este jueves por la mañana con el gabinete de prensa del Ministerio de Medio Ambiente para conocer las causas de este retraso en el pago, pero de momento no ha obtenido respuesta.

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