La ampliación de una extracción minera en Fuerteventura amenaza a uno de sus últimos conos volcánicos

La Caldera de La Laguna, un espacio público en Tuineje (Fuerteventura), es colindante al paisaje protegido Malpaís Grande, área de la Red Natura.

Sofía Menéndez

Puerto del Rosario —

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Los ecologistas denuncian el proyecto de ampliación de la extracción minera de la Caldera de La Laguna, propuesta por el Ayuntamiento de Tuineje (Fuerteventura) en un espacio de titularidad pública, colindante al paisaje protegido Malpaís Grande, área de la Red Natura. El picón, advierten, no es un recurso renovable, y es fundamental para el ahorro de agua en la agricultura. Por ello, exigen que no se utilice para la construcción, ni se derroche en embellecer los jardines de los hoteles o de particulares.

Para Ecologistas en Acción, “la actividad minera debería supeditarse siempre a la protección del medio ambiente y de las poblaciones de las zonas afectadas, y no, como ocurre con la actual legislación, que está hecha para favorecer a las empresas mineras, por encima de todo”. La isla de Fuerteventura tampoco está a salvo de la fiebre de minerales. En este caso se trata de la ampliación de una cantera de picón, en uno de los últimos conos volcánicos que quedan en la zona sur de Fuerteventura. El grupo ambiental Agonane ha presentado alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental. “Normalmente, detrás de la minería a cielo abierto hay multinacionales o grandes empresas, pero, en este caso, sorprende, que se trata de una propuesta del propio Ayuntamiento de Tuineje”, señalan.

La zona además es de titularidad pública ligada al Paisaje Protegido Malpaís Grande, Red Natura, en una Zona Especial de Conservación, colindante a Zona ZEPA, así que el Ayuntamiento de Tuineje no puede seguir derrochando un recurso natural tan valioso como son estos materiales volcánicos que se facilita gratuitamente sin tener en cuenta las generaciones venideras.

La gestión realizada por el Ayuntamiento de Tuineje en los últimos años de la cantera de la Caldera de La Laguna es ambientalmente insostenible, denuncian los ecologistas. “Se ha realizado una gestión de este recurso limitado sin un control estricto de su uso y sin una previsión de su disponibilidad futura”.

El colectivo Agonane solicita la paralización de este proyecto, “porque carece de una contabilización total del recurso de picón disponible en la Caldera de La Laguna, para poder valorar si la tasa de explotación anual estimada en el proyecto es adecuada para la gestión de un recurso escaso, no renovable y con una configuración geográfica restringida”. “La cantidad que se propone extraer (15.000 metros cúbicos por año), sin embargo, no se sabe a qué necesidades reales responde y representa diez veces más de la cantidad extraída en 2010, suponiendo que los 150 viajes fueron de 10 metros cúbicos cada uno”, añade el colectivo, que recalca que tampoco existe un estudio que valore la calidad del recurso en las diferentes partes del cono volcánico. 

Según sus alegaciones, “se realizan cálculos de volúmenes a extraer en las diferentes alternativas en la evaluación de impacto ambiental en las que se presupone que el volumen estimado corresponde solo a picón (piroclastos) y no a coladas volcánicas, las cuales afloran por el lado norte del cono volcánico”.

Además, el colectivo resalta que “no se ha tenido en cuenta que el picón de tamaño más fino se encuentra en la zona sur del cono volcánico que es donde fue depositado por el viento durante la erupción volcánica”. Por este motivo, la mayor parte de las extracciones de picón realizadas en los conos volcánicos de Fuerteventura se encuentra en su parte sur, que es donde está este picón más fino. “Sin un estudio que valore la cantidad total del picón y la calidad del mismo es imposible valorar si la gestión es adecuada o no”, advierte Agonane.

Los ecologistas subrayan que “en los antecedentes del proyecto no existe un registro de las cantidades extraídas en años anteriores en las que el Ayuntamiento de Tuineje ha permitido la extracción gratuita de este recurso a agricultores profesionales y no profesionales”. Sin este dato, añaden, “no se puede evaluar cuáles han sido las demandas de picón del sector primario durante estos años”. Tampoco hay un control de si el recurso extraído fue destinado al uso agrícola para el que se permitió, o de ajardinamiento de agricultores no profesionales, y en qué parcelas fue empleado. “Esto indica que la gestión realizada hasta el momento de este limitado recurso no ha sido adecuada y que es necesario un mayor control sobre el uso de este recurso público”, recalcan.

La explotación planteada por el Ayuntamiento de Tuineje está en el límite de un hábitat de interés comunitario y afecta a paisajes y lugares patrimonialmente relevantes, espacios de indudable interés turístico. Para Juan Antonio Cabrera Alemán, presidente de Agonane, la nueva “dentellada” en el cono de La Laguna “es bastante significativa en un lugar extraordinario e imposible de recuperar”. Por ello, propone que exista “un estricto control del uso que se da a ese picón ya que sería una vergüenza que se utilizará para la construcción en el sur y se derroche en embellecer los jardines de los hoteles”. “El Ayuntamiento debería planificar una propuesta de minería artesanal con exclusivo uso para agricultura tradicional y ecológica, y fomentar al mismo tiempo una visita turística a la zona para los amantes de la geología”, añade.

Para los ecologistas, la entrega de este mineral a los vecinos no puede servir como prebenda electoral. Las alegaciones de Agonane advierten de que “el picón es imprescindible para la creación de los tradicionales arenados naturales, como para el arenado de cultivos de riego en invernadero ya que reduce las pérdidas de agua por evaporación y reduce el efecto de concentración de sales en la superficie del suelo lo que disminuye el riesgo de salinización de los suelos. Este importante valor agronómico y la escasez que este recurso implica que el objetivo de este proyecto de que ”se permita el aprovechamiento del recurso, no sólo para usos agrícolas en el municipio, sino para toda la comarca sur de la isla de Fuerteventura, además de admitir otros usos. Esto implica la utilización en jardinería, construcción u otros, con lo cual compromete la disponibilidad de este recurso de calidad para uso agrario en el futuro“.

El majorero Juan Miguel Torres, experto en edafología, ciencia que estudia el suelo, también ha intervenido en las alegaciones y cree que se debe llevar a cabo un estricto control del destino que se da a este mineral tan valioso para los agricultores. “El picón es finito y debemos gestionarlo con mucha rigurosidad, por lo importante que es para mantener los arenados tradicionales y también la nueva agricultura de invernadero”, destaca Torres, quien añade que “el nuevo proyecto de extracción está equivocado, porque no hay una valoración completa del recurso”.

Los últimos conos volcánicos del sur de la Isla

El profesor de Geología de la Universidad de La Laguna Julio de La Nuez, consultado por Diario de Fuerteventura sobre esta explotación, la considera “un disparate”. “Están derrochado el patrimonio geológico de forma irracional”, añade. “Como explotación minera no puede volverse a reponer y deben ser conscientes de que son los únicos conos volcánicos de la zona sur de la Isla. Si los devoran no quedará nada para las generaciones venideras”, apunta el profesor, para quien la caldera “podría ser un lugar impresionante para realizar un itinerario donde mostrar a los estudiantes y turistas la belleza y el conocimiento que suponen los volcanes”.

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