Ortiz señala que el problema de la inmigración irregular ''es de todos''

El director de la Casa de África, Juan Alfonso Ortiz, consideró este miercoles que “no merece la pena” entrar en discusiones como la protagonizada en materia de inmigración entre los gobiernos central y canario tras la muerte de diez inmigrantes que trataban de llegar a Gran Canaria.

“Hay una extraña polémica de echarse la culpa unos a otros: la culpa es de todos, incluido los países de donde parten”, sostuvo el director de la Casa de África, con motivo de una rueda de prensa para la presentación de la VI Feria del Metal de Fuerteventura en la que participarán por primera vez empresarios de Mauritania, Senegal, Marruecos y Cabo Verde.

Ortiz señaló que es “un poco absurdo” discutir sobre quién tiene la culpa, cuando la realidad es que es un problema al que hay que hacer frente, y así se hace, y cada vez mejor desde las distintas administraciones.

Para el director de la Casa de África, los “horribles sucesos” que se producen “están fuera del alcance de unas autoridades y otras”.

El problema de la inmigración supera tanto a la Comunidad canaria como a España, que no pueden resolverlo pero aportan lo que pueden, apuntó Ortiz, quien consideró que la colaboración del Gobierno de la Nación y del canario en esta materia es “fructífera y positiva”.

Así mismo, informó de que en la reunión que celebró este martes con el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, éste le manifestó su voluntad de colaborar “lealmente, como ocurre a la recíproca con el Estado”.

Ortiz manifestó que desde el continente africano hay un efecto huida, más que de llamada, “que está a la vista y que presenta un componente trágico” por las condiciones en las que se produce.

Así mismo, lamentó que se saquen “las cosas de quicio” cuando se habla de invasión africana, pues el porcentaje de inmigrantes africanos ilegales y legales en España a duras penas llega al 4%, del que “ le toca una parte pesada de este trágico fenómeno a Canarias”.

Ortiz destacó que la colaboración económica es fundamental para hacer frente a este problema, pues el efecto huida se produce porque en esos países no se genera empleo ni desarrollo que retenga a la población juvenil, lo que supone al mismo tiempo una pérdida de recursos humanos a medio y largo plazo.

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