Roldós acusa a Bañolas de ''alimentar el escándalo'' que rodea a la adjudicación a Lifeblood
La ex consejera de Sanidad, Mercedes Roldós, arremetió en sede parlamentaria no sólo contra el PSC sino contra su sucesor en la Consejería, el nacionalista Fernando Bañolas, al que acusó de haber “contribuido, con su tibieza y ambigüedad, a alimentar el escándalo” que ha rodeado a la adjudicación a la inmobiliaria Lifeblood del servicio de hemodiálisis.
Roldós, que reconoció que estaba “indignada”, afirmó que incluso en el PP “nos hubiéramos pensado la reprobación al consejero” si así hubiera sido formulada por el PSC, pero que no podían hacerla extensiva “a los 25.000 funcionarios de la Consejería”.
“Éste es un caso fabricado por un periodista que ostentó cargo a dedo con el fin de ir contra el PP y José Manuel Soria sin importarle llevarse por delante a mí, al equipo directivo de la Consejería y a todos sus funcionarios”, afirmó Roldós.
Esta reacción de la diputada del PP se produjo durante el debate sobre la reprobación al consejero de Sanidad que presentó el PSC por no haber remitido el “expediente completo” del concurso al Grupo Socialista y que fue rechazada por los votos de los ex socios del Pacto.
Durante su defensa, el portavoz socialista, Francisco Hernández Spínola, aseguró que “la reprobación política sería para Roldós” y no para su sucesor en el cargo, por lo que anunció que los socialistas han pedido a la “Audiencia de Cuentas que audite la gestión de las adjudicaciones llevadas a cabo por Roldós al frente de la Consejería”.
“A muchos les huele todo mal porque están podridos por dentro, y el Grupo Socialista está empeñado en enlodar la vida política mediante insidias”, contestó Roldós al portavoz socialista.
La ex consejera insistió en que “tengo las manos limpias y la conciencia tranquila”, además de que “a mi cuenta corriente se le puede dar la vuelta como a un calcetín”.
“La he visto muy nerviosa. Si está tan tranquila por qué se pone tan nerviosa”, insistió Spínola, que también consideró “raro que empresas multinacionales con reconocida experiencia tengan baja puntuación y Lifeblood la máxima puntuación”.
“Lifeblood era una empresa durmiente del empresario Cerdá, famoso por tener algunas empresas vinculadas al caso Gúrtel, que sólo tenía cinco meses de vida en el ámbito sanitario y sin experiencia en el sector, pues antes era una inmobiliaria”, aseguró Spínola.
“Hemos asistido a un espectáculo de miseria política personificada en el portavoz del Grupo Socialista”, insistió Roldós, que conminó a Spínola a que “acuda a la Justicia, ¿o es que no confía en la Justicia española?”
Al respecto, el portavoz del PSC recordó que “ya han sido otros los que han puesto el caso en manos de la Justicia, además de que ésta ha actuado de oficio”.
Por su parte, la nacionalista Belén Allende aseguró que la intervención de Spínola “demuestra que no tiene argumentos sólidos” contra la actuación de Bañolas, “pues en todo momento el Grupo Socialista ha tenido acceso al expediente completo, incluso con presencia en la Consejería para examinarlo”.
Por tanto, Allende dijo que el consejero “no ha contravenido” el Reglamento de la Cámara, y lo único que hizo fue acogerse a la petición de confidencialidad “porque ya tuvimos el ejemplo en el caso Tindaya de la página negra que supusieron las filtraciones durante su investigación en el Parlamento”.
En cuanto a la petición a la Audiencia de Cuentas de fiscalizar las adjudicaciones de Roldós, consideró que “no es más que ruido, ruido, ruido, por parte del Grupo Socialista”.
