“Los recortes de la Unión Europea y el TTIP son una gran amenaza para la sanidad pública”

Marciano Sánchez-Bayle

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés), tratado de libre comercio que negocian en secreto Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE), y los nuevos recortes que Bruselas pretende imponer a España ante el incumplimiento del objetivo de déficit en el último ejercicio son dos “grandes amenazas” a las que se enfrenta el sistema sanitario público en los próximos años, según ha manifestado Marciano Sánchez Bayle, pediatra ya jubilado que se erigió como una de las figuras más reconocidas de la marea blanca y que en la actualidad es portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

Esta organización ha presentado este jueves en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria el número 148 de la revista Salud 2000, dedicado en exclusiva a la sanidad canaria, la peor de España según el último informe -el duodécimo- elaborado por la FADSP, presentado en septiembre.

Para Sánchez Bayle, los planes europeos de ajuste y el TIPP van a condicionar el futuro del sistema sanitario público del país en general y de Canarias en particular. El portavoz de esta federación ha explicado que en torno al 50% de los recortes de gasto público impuestos por la UE repercuten directamente sobre la Sanidad, una circunstancia que, en su opinión, agravaría aún más la maltrecha situación por la que atraviesa el Archipiélago como consecuencia de su déficit de financiación.

“Lo que sucede con la Sanidad en Canarias es que está infrafinanciada desde hace mucho tiempo. Entre 2009 y 2013 hubo recortes en todo el país, pero el promedio de disminución del gasto sanitario per cápita en todo el territorio español fue del 20% y en Canarias ascendió al 26,6% cuando ya partía de una financiación por debajo de la media”, ha señalado Sánchez Bayle.

En relación al TIPP, los defensores de la sanidad pública ya han expresado su preocupación por las consecuencias de la aplicación de un acuerdo que elimina o reduce medidas reguladoras en los ámbitos europeo y nacional. La FADSP teme que el tratado impida a los gobiernos recuperar servicios externalizados o privatizados, “aunque sean un desastre y sus gastos exorbitantes”, al permitir a las empresas reclamar por “expropiación” en caso de que los ejecutivos adopten medidas legislativas que reduzcan sus expectativas de ganancia. La federación prevé que el acuerdo afecte a la política de precios, promoción de medicamentos genéricos o prescripción de principios activos en consonancia con los intereses del lobby de la industria farmacéutica.

Para Guillermo de la Barreda, vicepresidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en Canarias, el TIPP “es un mecanismo que las políticas neoliberales quieren llevar a cabo para que el gran capital sea quien lo controle todo: habrá un desembarco de la medicina privada. Ni siquiera se le dan prerrogativas a los diferentes gobiernos para poder llevar acciones legales, no se puede legislar en contra de las multinacionales...”

Conciertos con la sanidad privada

En opinión de Sánchez Bayle, tanto el déficit de financiación como la fuerte presencia del sector privado en la sanidad canaria están lastrando el funcionamiento del sector público. El portavoz de la FADSP recordó que el Archipiélago es la tercera comunidad autónoma que mayor porcentaje dedica en sus presupuestos sanitarios a los conciertos, un 10,6%. En las Islas, el 30% de las camas y el 33% de los recursos de alta tecnología se encuentran en manos de las clínicas privadas.

“En los sitios en los que hay mucha privatización las listas de espera no han mejorado, ha pasado en Canarias, Madrid o en la Comunidad Valenciana... Los costes en la atención en el sector privado se multiplican por seis o siete. Si ese dinero se invirtiera en el sector público, las cosas irían muchísimo mejor. Esa es la alternativa”, ha aseverado Sánchez Bayle.

Atención Primaria

José Joaquín O'Shanahan, responsable de la Cátedra Unesco de Sistemas Locales de Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), considera que el desafío fundamental de la sanidad canaria consiste en “mover el centro de gravedad del sistema hacia la Atención Primaria”, un área en la que el Archipiélago “siempre ha estado por debajo” de la media nacional.

A pesar de la mala posición en todos los indicadores del último informe de la FADSP y de la percepción negativa de los usuarios que reflejan los barómetros sanitarios del CIS (un 30% cree que la sanidad canaria debería rehacerse por completo), O'Shanahan cree que en la efectividad de la atención que se presta se están produciendo avances importantes. “En los índices de mortalidad post-infarto, en el hospital, estamos mejor que la media. Quiere decir que tenemos infartos, pero sabemos manejarlos bien. También estamos bien en reingresos por asma y en otros indicadores que pueden medir la efectividad del sistema, como los ingresos post-cirugía programada”, precisa.

El catedrático sostiene que en Canarias hay un problema estructural en los tres pilares que sustentan la acción de gobierno. En cuanto a la capacidad, entiende que el Archipiélago tiene un déficit de “gente competente” en puestos de responsabilidad. “Hay gente muy formada, pero tenemos un reto muy importante si nos comparamos con el País Vasco, Catalunya o Andalucía”. En relación al plan de gobierno, recuerda que las Islas han estado sin Plan de Salud durante años, aunque ha celebrado que su elaboración esté en la agenda política del actual ejecutivo. Por último, se refiere a la gobernabilidad del sistema. “Tenemos un problema, la inestabilidad institucional afecta. Cambia un gobierno y cambia todo, no hay una profesionalización de los altos cargos y el partidismo en la política influye en esa inestabilidad”, ha señalado.

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