Suárez Gil, detenido por encañonar a su mujer, Josefina Navarrete
La Policía Nacional ha detenido este martes por la mañana al conocido empresario grancanario José Miguel Suárez Gil, acusado de un presunto delito de violencia de género contra su esposa, la también conocida abogada de Las Palmas de Gran Canaria Josefina Navarrete.
El ex presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas encañonó presuntamente a la abogada con un arma corta en su domicilio de Tafira Baja, amenazándola de muerte y agrediéndola, según fuentes consultadas por este diario.
Una llamada telefónica al 1-1-2 realizada por una amiga de la abogada puso en alerta a la Policía, que se personó en el domicilio de la pareja y procedió a detener al empresario y trasladarlo a la Supercomisaría. La Brigada de Policía Judicial se ha hecho cargo del caso.
Los agentes que acudieron a la llamada de socorro comprobaron que Suárez Gil posee una licencia de armas para poder portar la pistola de calibre corto con que presuntamente amenazó de muerte a su mujer, tras haber irrumpido de manera violenta en la casa.
Sin embargo, en un registro posterior realizado en el domicilio del exvicepresidente de la Cámara grancanaria, se han hallado muchas armas más -una decena de revólveres y pistolas, además de algunos rifles de caza mayor- y se indaga, una a una, su legalidad.
Suárez Gil se encuentra desde el mediodía en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Las Palmas de Gran Canaria, a la espera de pasar a disposición judicial, lo cual podría ocurrir entre la tarde de este martes y las primeras horas del miércoles, según declararon fuentes policiales a Europa Press.
Se casaron en 2008
José Miguel Suárez Gil y Josefina Navarrete contrajeron matrimonio en diciembre de 2008 en un sonoro enlace celebrado en la casa que compartían en la carretera a El Fondillo, en Tafira Baja. Era el tercer matrimonio del empresario y el segundo de la abogada.
Meses después de abandonar la Cámara de Comercio por graves desavenencias con su actual presidente, Ángel Luis Tadeo, el matrimonio decidió abrir casa también en Miami, ciudad a la que viajaban con frecuencia y donde pasaban largas temporadas.
